—En ese estado no puedes hacer nada —le dice el dragón a la diosa.
—De la oscuridad más infinita —dice la diosa mientras sonríe segura de sí misma— Surge la luz más brillante.
—Esa frase... —dice Román al recordar que él también la dijo antes.
—Deja de hablar —le dice el dragón y la absorbe.
—Demonios —dicen Aelos y los demás— Se tragó a la diosa.
—Esto pinta terriblemente mal —dice Neez— Tenemos que huir.
Keel se aleja del grupo y se va a la nave, entra y la mueve diciendo:
—Tenemos que irnos de aquí, si es posible a otro planeta.
—¿Y Román? —pregunta Miranda.
El atlante no dice nada, sólo enciende la nave y se alejan rápidamente, sin embargo, la serpiente se mueve velozmente y se pone frente a la nave. Román ve esto desde abajo y mientras tiene a Amairany en sus brazos, se eleva con el poder de su espada. Y se pone frente a la serpiente, Aelos se acerca al chico y le da la chica al atlante mientras le dice:
—Llévatela, váyanse todos, usen la teletransportación de Zwartz y escapen a Miriath o a donde sea.
—¿Y tú? —le pregunta Aelos.
—Yo me quedaré —dice el chico— De todas maneras soy el único que puede vencerlo.
Y dirigiéndose a la serpiente, le dice:
—Me buscas a mí, déjalos a ellos.
—De todas maneras, los alcanzaré después de acabar contigo —dice la serpiente— Incluso si escapan a otro mundo, mi corrupción los alcanzará, no hay lugar en el universo donde puedan esconderse.
El dragón está a punto de atacar con energía oscura cuando aparece otro rayo potentísimo de energía positiva, todos miran y ven que proviene del dragón de energía positiva que detuvo el cometa, éste llega y dice:
—Huyan, yo lo detendré.
—Yo me quedaré a pelear —dice Román.
Los caballeros se suben a la nave y ésta se aleja rápidamente hasta salir al espacio, desde ahí, todas ven el estado en el que se encuentra la Tierra, no ven ninguna estrella porque todas están apagadas.
—La Tierra se destruye —dice Aelos— Y si no podemos vencer a la oscuridad, el universo correrá la misma suerte.
—Espera —dice Miranda— Hay que ir por la gente del refugio.
—Pero son demasiados —dice Aelos— No cabrían todos en esta nave.
—No puede ser —dice la chica llorando.
En la Tierra, la serpiente oscura le dice a la blanca:
—Estaba esperando esta batalla por 10 mil años Yoikuali—
—Yo igual —dice la serpiente buena— Esa hora de terminar con esto.
Las dos serpientes comienzan una batalla tremenda donde se disparan potentísimos rayos de energía positiva y negativa, su batalla comienza a destruir poco a poco el planeta, Román se aleja un poco y sólo se queda mirando.
—Demonios —dice Román para sí mismo— Yo, el elegido, el príncipe, no puedo hacer nada... quizá debería de buscar las calaveras, pero quizá las corrientes marinas ya se las llevaron y con todos los temblores que han pasado, nunca las encontraría.

ESTÁS LEYENDO
Saga de Román
AdventureRomán, un chico que parece llevar una vida como la de cualquier chico de su edad, pronto descubre que quizá su vida no es tan normal. Fantasmas, terroristas, monstruos, reyes y científicos locos, toda una pléyade de villanos que a su par...