—¿Quién es ella? —pregunta Mariela al ver a la mujer de la pirámide.
—Es Amairany —dice Miranda— La novia de Román.
—¿Volvió? —dice Oscar— Es hermosa, aunque no recuerdo haberla visto antes.
—Sólo Miranda y yo la habíamos visto —dice Diana— Pero se ve diferente.
—Esa chica —dice Glenz— Tiene una energía positiva tremenda, no puede ser... ella no pudo haber...
—Esto es raro —dice Román— No sé si alegrarme o sorprenderme.
La chica baja lentamente las escaleras de la pirámide en la que estaba, por alguna razón a todos llama la atención y la batalla se detiene por momentos. Román se acerca a la chica y le dice:
—¿Dónde estabas? Te extrañe, nunca te comunicaste.
—Después hablamos —dice la chica de una manera que no es la dulce a la que el chico está acostumbrado y que a Román le parece extraña— Ahora acaba con esto.
—¿Cómo? —pregunta Román.
Román observa la vestimenta de Amairany y recuerda el sueño donde la vio volar, se da cuenta de que es la misma.
—Mis caballeros te ayudarán —le dice Amairany.
—¿Tus qué? —pregunta Román.
La chica mueve la cabeza hacia otra dirección y el chico observa a donde la chica le indica, Román y los demás observan en la cima de la pirámide y ven a un viejo conocido.
—Es Aelos —dice Miranda— Está vivo.
—Y no vine solo —dice Aelos— Vine con los Nuevos Caballeros Oscuros.
—¿Los que? —pregunta Oscar.
—Los Caballeros Oscuros —dice Román— Neez me dijo que él y Glenz pertenecieron a una legión de magos o hechiceros que salvaba el mundo.
—¿Son oscuros porque usaban energía oscura? —dice Oscar.
—No —dice el chico— Porque trabajaban a las sombras de la historia, sin que nadie se enterara, no tiene nada que ver con la energía oscura ¿No se supone que ya sabias? Neez ya nos lo había contado.
—Lo siento —dice Oscar— Pero ahora sabes porque voy tan mal en la escuela.
Zwartz entonces se eleva volando y se acerca a Aelos, los dos se saludan.
—¿Zwartz? —menciona Julián.
—El también pertenece a la orden —dice Amairany— Yo misma los recluté junto con Aelos.
Detrás de los dos aparecen más viejos conocidos: Keel, el maestro de Román, James, el muchacho desertor que ayudó a vencer a Dinz, Giovanni, el caballero que ayudó a los chicos en la batalla de Constantinopla y el cazador que combatió con ellos en San Andrés.
—¿Todos ellos son miembros? —pregunta Diana.
—Nosotros —dice James— Nuestro nombre ahora es la Orden de Caballeros Reales.
—¿Reales? —dice Román un poco extrañado— Suena a que sirven a la realeza.
—Servimos a un príncipe —dice Keel un poco más joven de lo que los chicos recuerdan.
Román sonríe al oír esto.
—Haz tu trabajo —le dice el cazador— Nosotros nos encargaremos de ellos.
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Saga de Román
PertualanganRomán, un chico que parece llevar una vida como la de cualquier chico de su edad, pronto descubre que quizá su vida no es tan normal. Fantasmas, terroristas, monstruos, reyes y científicos locos, toda una pléyade de villanos que a su par...