Los chicos se alistan con lámparas y salen hacia las ruinas, sin embargo, debido a que el frio aumentaba poco a poco, algunos no lo soportaron y decidieron regresarse quedando sólo Diana, Román, Oscar, Areli, Mariela, Julián y Julio.
—Para lo que me gustaban —dice Oscar— Quieren vivir otras aventuras y encerrados en casa quejándose del frio no la van a tener.
—Pues déjalos —dice Román— Ellos se lo pierden.
—Tú ya te ibas a regresar Román —le dice Diana.
—Tú también —le dice Julián— Y sólo porque él se iba a regresar.
—No es cierto —menciona la chica apenada.
—Yo sólo la iba a acompañar a la cabaña para que no se fuera sola y luego iba a regresar con ustedes —dice Román.
—No esta tan lejos —dice Areli— Eso es sólo un pretexto.
Los chicos llegan a donde las vallas y pasan por debajo de ellas, ven las máquinas y algunos instrumentos que utilizan los trabajadores, ahora guardados, los chicos caminan mientras los últimos rayos del sol de la tarde caen, caminan a donde vieron el cerro, los chicos encuentran un sendero entre los árboles y asumen que es un camino corto para llegar al cerro y entran en él.
Los chicos avanzan y a medida que avanzan el terreno se hace más inclinado.
—¿Ustedes creen que esto que estamos caminando ya sea parte de la supuesta pirámide? —menciona Mariela.
—No lo creo —menciona Román— Está demasiado inclinado.
—Pues ya no —dice Oscar.
Los chicos llegan a una zona donde la inclinación es más pronunciada, casi de 45 grados y además el camino tiene unas partes rectas.
—Esto era antes escaleras —menciona Oscar— Esto formaba parte de una pirámide, y deben de llegar hasta el agujero.
—Sí es una pirámide —menciona Julián.
—Entonces es la pirámide más grande del mundo —menciona Román.
—¿Y cómo le hicieron para construirla? —pregunta Diana.
—No lo sé —menciona Julián— Pero tarde o temprano descubrirán la pirámide, ¿Se imaginan? Lo que podría provocar un descubrimiento como este, podrían revolucionar la arqueología.
—Pero dudo mucho que sepan cómo la construyeron —menciona Mariela.
Después de una subida pesada llegan por fin al agujero que en realidad luce más bien como la entrada a una cueva, los chicos comprueban que es casi cuadrada, lo que indica que alguien la construyó, mientras tanto Diana observa el paisaje desde esa altura, el sol comienza a ocultarse en el horizonte y aparecen las primeras luces en la ciudad, lo que la chica ve es hermoso.
—Miren cómo se ve la ciudad desde aquí —menciona Diana— Debemos estar muy alto.
—Esta pirámide es realmente alta —menciona Román— Debe de ser tan alta como un edificio de más de 10 pisos.
—Quizá más alta —menciona Oscar.
Los chicos al acercarse a la cueva, encienden sus lámparas y lentamente entran a la pirámide, observan con ayuda de las lámparas por las paredes de lo que parece ser un pasillo, miran algunas pinturas, unas más coloridas que otras, en el techo hay relieves y también por debajo de ellos, en las paredes que tocan el piso, hay varios motivos de origen prehispánico, a las chicas les parece hermoso, pero en general, todo les parece misterioso.

ESTÁS LEYENDO
Saga de Román
AdventureRomán, un chico que parece llevar una vida como la de cualquier chico de su edad, pronto descubre que quizá su vida no es tan normal. Fantasmas, terroristas, monstruos, reyes y científicos locos, toda una pléyade de villanos que a su par...