Ciudad de México 2021

4 0 0
                                    

Los chicos aparecen de nuevo en el parque, pero a primera vista no lo notan, porque está muy cambiado. Los chicos han llegado a un lugar donde antes había plantas, sólo que todas secas, hay mucha basura por todas partes y hasta hay ratas por allí, huele mal y el cielo está gris producto de una gran contaminación.

—¿Están seguros de que estamos en el lugar correcto? —pregunta Diana.

—Se supone que si —dice Román mientras revisa la máquina y los números.

—Oh, oh —dice el chico.

—¿Qué sucede?— le preguntan.

—Parece que nos pasamos 10 años más —les informa Román.

Los chicos observan que en la maquina aparece el numero: "25-09-2021"

—Estamos en el año 2021 —dice Oscar.

—¿Pero qué pasó? —se pregunta Diana mientras mira a su alrededor.

Los chicos van caminando y reconocen varios edificios del centro de la ciudad, sólo que están en ruinas o no están, hay más basura y cosas por el estilo, también hay vagabundos dormidos en las banquetas.

Cuando pasan por ahí, uno de los vagabundos los ve con ropa elegante porque todavía conservan las ropas que les dieron en Alemania y el vagabundo, creyendo que son ricos, les dice:

—Por favor, denme dinero para comer.

—No tenemos —le dicen los chicos.

—¿Entonces de dónde sacaron esas ropas? —le pregunta— ¿Las robaron?

—No señor, no lo hicimos —le dicen.

—De cualquier manera da igual, a nadie le importa —dice el vagabundo.

—¿Qué quiere decir? —le preguntan los chicos.

—¿Usted sabe que pasó aquí? ¿Hubo una guerra o algo? —pregunta Oscar.

—Se ve que no son de aquí —les dice el vagabundo— No sé a qué vinieron a este país, está perdido.

—¿Pero qué sucedió? —le preguntan.

—No sé si lo sabían pero hace 10 años este país era la nación más poderosa del mundo.

—¿La más poderosa? —dice Oscar.

—Si —les dice el vagabundo— Éramos muy reconocidos y todos los países del mundo nos envidiaban, pero entonces aparecieron dos tipos que con engaños, supongo, llegaron a ser consejeros del presidente, después ellos dos tomaron el poder por la fuerza, dieron un golpe de estado y gobernaron esta nación de una manera anárquica, no les interesaba nada, destruyeron el país, pero no es lo peor.

—¿No? —dice Román— ¿Qué podría ser peor?

—En aquel entonces, los únicos países que competían con México eran Rusia y Japón, de alguna manera estos dos tipos hicieron que las dos potencias se declararan la guerra y se destruyeran entre sí, dejando a México en el camino de la dominación mundial, hoy han conquistado casi todo el continente americano y parte de Europa, ya casi nadie puede hacerles frente.

—¿Espere, dijo que México era el país más poderoso del mundo?

—Si —les dice el vagabundo— Pero ya no.

—Ahora que lo recuerdo, cuando estuvimos en Alemania, el espía dijo que Hitler quería invadir Latinoamérica, porque eran los países más poderosos del mundo.

—¿Tú crees que?... —le pregunta Diana.

—Tengo un mal presentimiento —dice Román.

Román le pregunta al vagabundo:

—¿Dónde están esos tipos?

—Los encontraran fácilmente —les dice el vagabundo— Sigan por todo ese camino, hasta llegar al único palacio que está todavía en pie, el palacio nacional, verán que es el único que está adornado y lujoso, allí están esos tipos.

—Gracias —le dicen.

—Pero tengan cuidado —les dice el vagabundo— Tiene francotiradores por todos lados.

—Lo tendremos —le dicen.

Los chicos se alejan y van caminando por las calles de lo que alguna vez fue la ciudad de México, ven todo derruido, basura por todas partes, mucha gente vagabunda en las calles, autos quemados, arboles tirados, la ciudad es un completo caos.

—Esos dos sujetos —se pregunta Román— ¿Quiénes serán?

—Le han hecho mucho daño a la ciudad —dice Julián.

—A todo el mundo —completa Oscar.

Los chicos llegan a la explanada, al zócalo y como les dijo el vagabundo, el palacio nacional, es el único que se mantiene en pie y el más lujoso del lugar, el único, los chicos ven esto con sorpresa, también observan que hay varios francotiradores apostados en las azoteas de los edificios cercanos, los chicos los ven y avanzan con cuidado.

Ellos observan cómo los francotiradores les apuntan pero no disparan.

—¿Acaso no nos han visto? —pregunta Oscar.

—Ya nos vieron —dice Román— Si hubieran querido ya nos habrían disparado.

—¿Entonces por qué no lo hacen? —pregunta Diana.

—No lo sé —les dice Román a los demás — Parece que saben quiénes somos.

—¿Eso qué quiere decir? —le pregunta Oscar

—Deben de tener órdenes de dejarnos pasar y eso significa que los dos dictadores nos conocen —dice Román.

Al llegar al palacio, hay dos centinelas apostados a los lados de la entrada, uno de ellos les dice:

—Pasa, viajero del tiempo, te están esperando.

Los 4 chicos se sorprenden por esta bienvenida, y entonces entran al palacio, ven que efectivamente están muy adornados, pero los que los sorprende es que tiene motivos egipcios, medievales, bizantinos, japoneses y alemanes, todos perfectamente combinados.

—Es hermoso —dice Diana — Habrán gastado mucho dinero en la construcción del palacio.

—Si —dice Román— Ahora entiendo porque el resto del país está tan pobre.

—Y además —dice Oscar— Echaron a perder la arquitectura colonial del palacio nacional.

—¿Y cómo sabía el guardia de que éramos viajeros en el tiempo? —pregunta Diana.

—Si —dice Julián— No vio la máquina del tiempo, y aunque la hubiera visto, no creo que supiera lo que era.

Román se queda pensando y dice:

—Creo que ya se quiénes son los dictadores, se llevarán una gran sorpresa.

Los chicos entran al palacio y ven una gran sala exageradamente adornada, y ven entonces al final dos tronos donde hay dos hombres sentados, tienen ropa de rey estilo medieval, los chicos no pueden creer de quiénes se tratan, excepto Román, que ya lo venía venir.

—Me lo suponía —dice el chico sonriendo— Ahora todos tiene sentido.

—Claro que si —le dice uno de ellos— Y todo fue gracias a ti.

Con gran sorpresa, los chicos ven que se tratan de los mismos dos ladrones que estaban asaltando el banco ese día.

s

Saga de RománDonde viven las historias. Descúbrelo ahora