Otro mundo...
El portal que había abierto el mago enano sigue allí, después de que Ienzo se fuera, los hombres oscuros encontraron al mago y lo llevaron prisionero al mismo castillo del inicio, allí lo ponen encadenado y entonces entra en escena un hombre con barba corta y de unos 50 años aproximadamente, vestido con un traje negro con capa y mirada penetrante.
—Dime —le dice el hombre —¿A dónde enviaste a tu amigo?
—No lo sé —le dice el mago enano— Y aunque lo supiera no te lo diría.
—Ya no tienes opción —le dice— Tu reino ha caído bajo mi poder, lo único que te queda por proteger es tu vida, y si de veras la aprecias, me dirás dónde está tu amigo.
—No lo sé —le dice el enano— Yo sólo abrí un portal, pudo haber ido a cualquier lugar, cualquier mundo.
—Bien —le dice— Sólo porque estoy de humor, alargaré tu vida un poco más.
Y entonces ordena:
—Enciérrenlo en el calabozo hasta que decida hablar.
Y los hombres se llevan al enano hacia un calabozo y lo encierran allí.
Una vez sólo, el enano murmura:
—Se nota que no sabes lo poderoso que puede ser un mago.
El mago saca su varita y con un ademán hace un hueco en la pared que da al exterior, entonces emprende la huida, los guardias se dan cuenta tarde y salen en su búsqueda. El mago se mueve rápidamente gracias a su magia que lo lleva como si estuviera volando, los guardias no le dan alcance, cuando ya ha pasado el peligro, el enano llega a una cueva y dentro de ésta hay un muro falso, el mago usa su magia para abrirla y se abre un túnel, camina por unos minutos y sale otra vez al exterior, allí, en una especie de valle pequeño y escondido, hay unas casas improvisadas y un campamento, allí hay varios hombres, mujeres y niños en unas condiciones precarias, el enano va a la tienda más grande y allí están 3 personas, un hombre y una mujer que si bien tienen ropas de realeza, están todas sucias viejas y rotas y con ellos una joven mujer, muy parecida a Miranda.
—Mis señores —les dice el enano inclinándose— He cumplido con su misión.
—¿A dónde enviaste a Ienzo? —pregunta el hombre que alguna vez fue rey.
—No lo sé su majestad —dice el enano— Sólo abrí un portal, no me dio tiempo de ver hacia dónde llevaba.
—Bien —dice la ex reina— Lo importante es que está a salvo, más adelante buscaremos en qué mundo cayó.
—¿Él está bien? —pregunta la princesa Kyza.
—Esperemos que si —dice el rey— Mientras tenga el medallón con él, Neyr no puede hacer nada.
—Su majestad —dice el mago— ¿No será conveniente buscar a Ienzo ahora que estamos lejos de Neyr? si obtenemos el medallón podremos recuperar el trono de Miriath.
—No lo creo —dice el rey— Nos arriesgaríamos a enfrentarnos al numeroso ejercito de Neyr, no podríamos vencerlo, somos muy pocos, así, prácticamente le estaríamos dando el medallón, y no sé qué pretenda hacer con él, pero si lo obtiene las consecuencias serían terribles, lo mejor es esperar un poco más.
En ese momento, uno de los hombres del rey caído llega corriendo y le dice al rey:
—Su majestad, nos han descubierto.
—¿Cómo? —pregunta el rey sorprendido.
—Al parecer entre nosotros había un espía que se disfrazó de uno de nosotros —le dice el hombre— Aunque ya lo hemos capturado, ya ha enviado el mensaje, los hombres de Neyr vienen hacia acá.
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Saga de Román
AdventureRomán, un chico que parece llevar una vida como la de cualquier chico de su edad, pronto descubre que quizá su vida no es tan normal. Fantasmas, terroristas, monstruos, reyes y científicos locos, toda una pléyade de villanos que a su par...