La batalla final. Parte 2 - Ragnarok

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Todos contemplan el rayo que ha atravesado la Tierra y ha salido por el otro lado, formando una columna de oscuridad que se extiende hasta el cielo y que mide varios kilómetros de ancho. En el centro del rayo de oscuridad está Glenz.

—Es demasiada energía oscura —dice Neez

Entonces Glenz hace unos ademanes y toda la energía oscura se acumula en un sólo lugar, tomando una forma alargada que después se convierte a un dragón. Sólo que este dragón es más grande que el que se liberó en Teotihuacán y su aspecto es aterrador.

—Waruikuali, el otro dragón —dice Román al ver a la serpiente y recordar los sueños donde la veía— Demonios.

—¿Qué te parece? —dice Glenz desde abajo, en donde estaba el cerro y el pueblo y donde ahora hay un agujero enorme— ¿Es demasiado para ti?

—Maldito seas —le dice el chico y va hacia él, los dos reanudan su lucha y Glenz le dice:

—Ya no te tienes que preocupar por mí, sino por ella —dice el atlante oscuro señalando a la serpiente malvada.

En la nave, todos discuten.

—Nosotros no podemos vencer a la serpiente malvada —dice Aelos— El único que puede es Román, pero él tiene que descubrir cómo.

—Entonces sólo estorbaríamos aquí —dice Miranda.

—Lo mejor es buscar un refugio —dice Diana.

Pero en eso la serpiente se acerca a la nave poniendo a sus tripulantes en peligro, Román, al ver esto va rápidamente hacia allá y se pone entre la nave y la serpiente, todos, desde dentro pueden ver esto.

—No podrás hacer nada —le dice Glenz.

—No me importa —dice el chico.

La serpiente está por disparar una ráfaga de energía oscura y cuando lo va a hacer, Othinus se teletransporta poniéndose frente al monstruo y recibe directamente el ataque.

—Amairany —dice le chico angustiado— No lo hagas.

—Podré resistir —dice la chica mientras brilla intensamente— Pero no por mucho tiempo, descubre su punto débil.

El chico se eleva sobre la serpiente y la ataca con su espada mágica, pero no le hace daño alguno.

—Tu energía positiva, incluso la de la diosa no son suficientes —dice Glenz— Esa serpiente es la energía oscura encarnada.

Román no logra encontrar nada y la serpiente es capaz de abrir una segunda boca en la espalda por donde dispara más energía oscura, tratando de derribar a Román.

—Lo siento —dice Zwartz— Pero mi honor no me permite ver esto sin hacer nada, iré a ayudarlo.

Y elevándose, va hacia la serpiente.

—Es valiente —dice Keel— Podrá ser un caballero muy poderoso, pero ni siquiera él tiene posibilidades de ganarle.

—Y nosotros tampoco —dice Neez.

—¿Y pelearás? —pregunta Axel.

—Saben que si —dice Neez— Es por esto por lo que vivo.

Y así todos, los Caballeros Negros, logran volar por sus armas mágicas y se ponen al lado de Othinus desviando su rayo oscuro hacia otro lado, éste cae en la superficie terrestre causando un gran daño.

—Si peleas contra la diosa —dice Aelos que también ha salido a ayudar— Peleas contra la Orden.

Román se pone frente a ellos y dice:

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