Descansando

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Al día siguiente, en el centro del estado de Arizona, los chicos seguían manejando, Miranda observó un pequeño lago de su lado y les dijo a los chicos:

—¿No les gustaría descansar un rato allí?

—Se ve agradable —menciona Román.

—Sólo por esta vez te voy a tomar la palabra —le dice Zogbi— Estoy muy cansado.

El auto se desvía y se estaciona en una parte a las orillas del lago, que no tenía poco más de un kilómetro cuadrado de extensión, los chicos bajaron del auto y se estiraron.

Miranda y Liz se acercaron al lago, las chicas vieron que el lago se veía muy limpio

—Me gustaría bañarme —menciona la actriz— Quisiera quitarme el polvo que agarramos en el pueblo fantasma.

—Yo también —menciona Liz— Pero no tengo ropa.

—Yo tampoco —menciona Miranda— Creo que me voy a tener que poner la misma.

Oscar y Román escuchaban la conversación de las chicas y les dijeron:

—Nosotros también nos vamos a bañar.

—Pero ustedes se bañan en otro lado —menciona Miranda— No queremos que nos espíen.

Y se alejan del lugar. Zogbi y Freddy llegan con los chicos y preguntan:

—¿Entonces las chicas pretenden bañarse?

—Si —le dice Román— Pero no quieren que espiemos.

—No, que va —menciona Zogbi con cara de inocente— ¿Por qué habría de espiarlas, ni que estuvieran tan bonitas?

—Nosotros también nos vamos a bañar —menciona Oscar.

—Yo los acompaño —les dice Freddy.

Los chicos se alejan, Román le pregunta a Zogbi:

—¿Tú no vienes con nosotros?

—Yo... —menciona Zogbi— Ahorita los alcanzo.

Los chicos se alejan dejando a Zogbi solo. Éste, una vez que confirma que no hay nadie espiándolo, se dirige con cautela hacia donde están las chicas, escondido en un arbusto, observa a las chicas ya sin ropa, pero dentro del agua y de espaldas, así que sólo puede observarlas de detrás sin ver nada más.

—Lo que tienes de odiosa lo tienes de sexy —piensa Zogbi al ver la espalda desnuda y bien formada de Miranda.

Mientras tanto, en otra parte, los 3 chicos están también dentro del agua, descansando.

—Oye —menciona Oscar al hablarle a su primo— ¿Crees que lo que nos hayan dicho los señores sea cierto?

—¿Qué cosa? —le contesta Román.

—Que todo esto se haya extendido a todo el mundo, incluso a México.

—No lo sé —menciona Román— Pero, suponiendo que hubiera sido así ¿Qué crees que pasaría?

—Es que yo pienso que son capaces de atacar como lo hicieron en Los Ángeles —menciona Oscar.

—No debes de preocuparte por eso —le dice Román— No creo que lleguen tan lejos.

—Ojala tampoco tiren bombas en Chicago —menciona Freddy.

—¿Y qué creen que tenga ese sobre? —pregunta Oscar.

—No lo sé —menciona el chico— Pero me gustaría saberlo.

—Lástima que no lo podemos abrir —menciona Román.

—Claro que podemos —le dice Freddy— Sólo lo abrimos, vemos lo de adentro y lo cerramos.

—Es que no se puede —menciona Román— Ayer yo también quería abrir el sobre, pero vi que en la parte donde se abre tiene un chip, creo que lo pusieron para que no lo abramos.

—¿Quiere decir que si lo abrimos, ellos se darán cuenta? —le dice Oscar.

—Si —le dice Román.

En la parte donde estaban las chicas, Zogbi seguía espiándolas, el muchacho estaba sacando una cámara que llevaba consigo y cuando la usa para enfocar, se da cuenta de que Miranda ya no está. El chico la busca por todo el lago y al final siente que hay alguien detrás de él. Aunque Zogbi ya adivina quién es, se voltea y ve Miranda, completamente cambiada, debido a que estaba sumamente enojada, llevaba con ella algo de ropa con la cual cubría sus partes íntimas, la chica enojadísima le dice a Zogbi:

—¿Qué haces aquí?

—¿Yo...? —le dice Zogbi excusándose, pero no sabe lo que dice— Sólo las estaba vigilando.

No necesitamos que nos vigiles —le dice la chica y le da una cachetada tremenda.

—¿Que fue eso? —menciona Oscar al oír el sonido de la cachetada, a pesar de que estaban relativamente lejos.

—No lo sé —le contesta su primo.

Miranda se aleja y Zogbi se soba la mejilla mientras se aleja, estaba a punto de llorar. Más tarde, ya todos habían salido un poco más limpios, todos llegan al carro y se suben, Román observa que Zogbi se está sobando la mejilla y le pregunta:

—¿Qué te pasó en la mejilla? La tienes muy roja.

—No, nada —menciona Zogbi algo apenado.

Miranda y Liz sólo sonríen.

Unas horas después, cuando ya han entrado al estado de Nuevo México, el auto se detiene en una gasolinera, y bajan para que el auto se alimente. Mientras Zogbi pagaba, Oscar le pregunto:

—¿De dónde sacan dinero para comprar comida?

—Yo tengo un poco— le responde Liz.

—Yo también— le dice Freddy.

—Pero casi todo el dinero lo pone Miranda —le completa Zogbi— Es el que más rinde.

—Qué raro que ella este ayudando si ella desde un principio no quería venir con nosotros —menciona Oscar.

—Lo que pasa es que ella parece que está interesada nada más en limpiar su nombre —le dice Zogbi— Por eso nos está ayudando.

—Ah —le dice Oscar— Ya entiendo.

—Bueno —les dice Zogbi— Suban, es hora de irnos, porque ya es muy tarde.

Los chicos suben al auto y Zogbi le pregunta a Miranda:

—¿Ahora a dónde?

—Hacia el norte —le dice Miranda— Es hora de subir.

El auto arranca y se aleja de la gasolinera, y de nuevo aparece el mismo sujeto que los había visto en el pueblo, pero nade se dio cuenta, sólo los observaba.

Saga de RománDonde viven las historias. Descúbrelo ahora