Destrucción. Parte 3

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Los 6 caballeros usan sus espadas para disparar ráfagas de energía positiva, que logran hacerle daño al dragón, aunque no mucho, el Leviatán se defiende contraatacando con energía oscura, sólo la combinación de los 6 escudos de los caballeros logra detener ese ataque.

—A pesar de todo es muy poderoso —dice Román.

—Si —dice Ienzo— Pero ahora somos los únicos que le podemos hacer frente.

Los caballeros y el dragón prosiguen en su lucha lanzándose tito tipo de ataques, muchas gente los observa y apoya a los caballeros. Después de unos cuantos intercambios de ataques, Román dice:

—Se me ocurre atacar todos al mismo tiempo y al mismo lugar.

—¿A dónde atacamos? —pregunta el rey.

—A la cabeza —dice Román— Pero tiene que ser un golpe con toda nuestra energía.

—Hay que intentarlo —dice Oscar.

Los caballeros acumulan energía en sus espadas y cuando llega el momento, los 6 disparan su ráfaga de energía positiva que se combina para formar una sola, el Leviatán ataca con una ráfaga de energía oscura y las dos fuerzas chochan en el aire.

—No se rindan —dice Zwartz —Podemos contenerlo.

Los caballeros hacen el máximo esfuerzo y le regresan la energía al dragón, que junto con la energía de los caballeros, le da al monstruo y éste cae al suelo.

—¿Lo logramos? —dice Julián.

—No —dice Zwartz— Sólo está inconsciente.

—Es nuestra oportunidad —dice Julián— Hay que evacuar la ciudad.

Los 6 caballeros bajan y les dicen a los demás:

—Saquen a toda la gente de la ciudad, es peligroso que estén aquí.

Los chicos y los otros de Miriath, poco a poco van sacando a la gente de la ciudad, la sobreviviente, para que no corra peligro.

—Ahora nosotros tenemos que pensar en cómo vencer al dragón —dice Zwartz— Tenemos la misma fuerza.

—Así podríamos pelear por siempre —dice Julián.

—Tiene que haber una manera de... —dice Ienzo pero es interrumpido por la voz del dragón que dice:

—No hay manera de vencerme.

El monstro se levanta y dice:

—Yo soy la oscuridad infinita, soy todo oscuridad y puedo obtener la que yo quiera.

Acto seguido, el monstro lanza un grito y obtiene energía oscura de la gente, de sus corazones.

—¿Que está haciendo? —pregunta Diana.

—Está sacando la oscuridad de las personas —dice el mago.

Los chicos y los de Miriath sienten dolor al sentir cómo el dragón saca la oscuridad de sus corazones, así sucede con todos los habitantes de la ciudad.

—Se está volviendo aún más poderoso —dice Ienzo.

—Yo ya tenía mucha oscuridad antes de despertar —dice el dragón— Esa es mi esencia, son ustedes los humanos los que me mantienen vivo y poderoso por sus malas acciones.

—¿Entonces ya habías estado juntando oscuridad desde antes? —pregunta el chico.

—Exactamente —dice el dragón— Había lugares en el mundo que tenían una gran concentración de energía oscura, y por eso esos lugares deberían quedar intactos, la gente en ellos, al haber sufrido toda esa oscuridad, sería una fuente de energía oscura muy abundante.

Saga de RománDonde viven las historias. Descúbrelo ahora