Saga de Román

Salida inesperada

El timbre anuncia la hora de salida, los chicos salen del salón intentando ser los primeros en salir por la puerta principal y liberarse de la tensión de 6 horas en la escuela, sin embargo, algunos prefieren esperar a que el tumulto se deshaga para salir con tranquilidad, al fin y al cabo, no hay prisa.

Dos de esos chicos salen platicando sobre la tarea.

—Creo que ahora sí se pasó el profesor de historia —le dice Oscar a su primo.

—¿Por qué lo dices? —le pregunta Román

—Mira que dejar un resumen de 10 cuartillas —le dice el chico— Y encima se me junta con la tarea de español y la de Matemáticas.

—Pero esas las dejaron desde hace como 3 días —le responde Román— ¿A poco todavía no las haces?

—Bueno es que... —le dice el chico mientras recuerda el tiempo que pasó jugando videojuegos durante los últimos 3 días.

—¿Videojuegos verdad? —le dice Román.

Oscar no contesta nada, y Román sonríe.

—Creo que deberías de dedicarte a lo más importante —le dice Román

—No puedo evitarlo —le dice Oscar— Me gusta ese juego.

—Y eso también te pasa por no planificar tu tiempo —le dice el chico— Yo, por ejemplo, avanzo mi tarea en el tiempo libre que tengo, el resumen de historia ya no se me hará tan pesado.

—Pero tienes novia —le dice Oscar.

—¿Y eso qué? —le pregunta Román.

—Las chicas quitan tiempo.

—Si te refieres a Diana —le dice Román— Ella no es así, ella sabe que ambos tenemos responsabilidades, de hecho, desde que andamos sólo hemos salido una vez.

—¿Y a donde fueron si se puede saber? —le pregunta el chico.

—Al cine— le dice Román –Sólo teníamos dinero para eso.

—Yo pienso que ya es hora de que salgas a otro lado ¿no? —le dice Oscar.

—Pues hoy no —le dice Román— Me voy a dedicar a la tarea y estoy seguro de que ella también hará la suya.

En ese momento viene llegando la mencionada, saluda a Oscar y abraza a su novio saludándolo con un beso en la boca.

—Hola amor —le dice Diana— Te extrañé ¿sabes?

—Lo sé —le dice el chico— Yo también.

Mientras, detrás Oscar los mira e imita sus gestos amorosos sarcásticamente. Diana se da cuenta de esto y lo mira con cara de enojo, haciendo que el chico se detenga. La chica vuelve a su novio y le dice:

—¿Sabes que todo el tiempo estoy pensando en ti?

—Eso explica por qué has estado bajando de promedio últimamente.

—Lo se amor —le dice la chica tiernamente— Pero es que desde que nos separaron de salón no dejo de pensar en ti.

—Si —le dice el chico— Pero tienes que también echarle ganas a la escuela, ¿me lo prometes?

—Si mi niño —le dice ella.

Los dos chicos se toman de la mano, Román le dice a su primo:

—Te veo mañana, y ya deja de jugar videojuegos.

—Mira si tu novia también estaba bajando de promedio —le dice Oscar— Y por tu culpa.

—Pero a ella se la perdono —le dice Román.