Esa noche, mientras los señores y los otros chicos dormían, los 12 que habían salido la noche anterior volvieron a escabullirse y llegaron al kiosco a esperar a los otros chicos, eran las 11 de la noche. Esperaron 5 minutos y nada.
—A mí se me hace que les dio miedo —menciona Julio.
—Posiblemente —dice Julián.
—Miren —señala Román— Allí vienen.
Los 10 chicos llegaron con mochilas, lámparas y todo lo necesario.
—Perdón —se disculpaba Leticia— Nos costó un poco de trabajo escaparnos.
—Yo pensaba que se habían acobardado —les dice Julio.
—Claro que no —les dice Josué— Ya estamos aquí.
—Pues vamos a la iglesia —les dice Julián.
—De acuerdo —contestaron los otros.
Los chicos comenzaron a caminar en dirección a la iglesia, de manera lenta e iluminados por la luz de la luna, lo curioso es que al parecer, a Oscar la iban siguiendo bastantes chicas, incluyendo a Martha, Minerva y Beatriz, y a Román, lo seguía Leticia muy de cerca, Diana se dio cuenta y se acercó también al chico. Cuando llegaron de nuevo a la iglesia, habían olvidado esto. Los chicos sacaron sus lámparas.
—Bien —decían los 12 chicos del hostal— Aquí estamos de nuevo, vamos.
Entraron de nuevo y encendieron sus lámparas, se podían oír los latidos del corazón de la tensión y el miedo.
—Tengan cuidado —les advierte Miguel— La estructura de la iglesia está muy débil, podría derrumbarse en cualquier momento.
—Lo sabemos —le dicen— Y a pesar de eso estamos aquí.
Los chicos caminan por donde caminaron la noche anterior.
—Me empezó a dar miedo de nuevo —dice Oscar.
—Y tú querías venir ¿No? —le dice Román.
—Pues ya estamos aquí —le contesta el chico— Ya qué.
Siguen caminando. Julián le dice a Julio:
—¿Qué pasó con la bruja de Blair, con Facundo y con los de Extranormal?
—No sé —le contesta Julio— Les ha de haber dado miedo venir.
—Hey —dice Román— Otra vez.
—¿Qué cosa? —le preguntan.
—Volví a sentir una presencia detrás de mí —dijo el chico.
Los chicos iluminan la parte de atrás y no ven nada.
—Allá no hay nada.
—Pues yo también lo sentí —dice Leticia.
—¿También tú? —le pregunta Román.
—Si —le responde ella— Es normal que se sientan presencias aquí.
Los chicos siguen caminando y se oyen varios gritos de las chicas que asustan a todos:
—¿Qué sucede?
—Hay ratones aquí.
—Otra vez lo mismo —les dice Julio— No les hacen nada.
—Pero son feos —les dice Leticia y abraza a Román, como por un impulso, Diana hace lo mismo gritando de la misma manera que Leticia, Román se pone rojo.
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Saga de Román
MaceraRomán, un chico que parece llevar una vida como la de cualquier chico de su edad, pronto descubre que quizá su vida no es tan normal. Fantasmas, terroristas, monstruos, reyes y científicos locos, toda una pléyade de villanos que a su par...