Saga de Román

Temblor

Miranda llega a la casa de Román y ve al chico, le pregunta.

—¿Y tus papás y los míos?

—Salieron a comprar algo —le responde Román— Mis papás se llevaron a los tuyos para enseñarles dónde está el mercado.

—¿Podemos hablar? —le dice Miranda.

—¿De qué quieres hablar? —pregunta Román.

—De nosotros —le dice la chica.

Los chicos se sientan y Miranda le dice:

—Esa chica que salvaste ayer —dice Miranda— Amairany, es linda.

—Si —dice Román— Pero tú eres mi novia.

—¿Y quieres que lo siga siendo? —pregunta Miranda.

—¿Qué quieres decir? —pregunta Román.

—Te he visto —dice Miranda— He visto cómo te mira, pero sobretodo he visto como tú la ves, no lo puedes evitar.

—¿Soy tan obvio? —pregunta Román.

—Creo que si —dice Miranda— Pero a todos nos pasa, sólo dime ¿Qué sientes por ella?, no importa que seamos novios, dímelo.

—Yo —dice Román— Nunca había sentido algo así, es increíble, no sé cómo describirlo.

—Es amor a primera vista —dice Miranda— Y es algo hermoso.

—¿Lo sabes? —pregunta Román.

—Lo he sentido antes —dice la chica— Y por eso te pregunto si después de lo que ella te hizo sentir, sigues sintiendo algo por mí.

—Yo... —dice Román— No lo sé, yo quería que vinieras a apoyarme por lo que estaba pasando, pero no pensé que fuera a pasar algo como esto, y te pido disculpas por lo que te estoy haciendo pasar.

—No me pidas disculpas —le dice Miranda— Yo sé de eso, si estuviéramos al revés, yo también me sentiría mal por lo que te estaría haciendo.

—Yo sé que si —dice Román —Y te agradezco mucho que estés a mi lado, aunque no sé si sigas como novia.

—Eso no importa —dice Miranda— Vine a ayudarte y lo haré, así que siempre contarás con mi apoyo, como amiga o como novia.

—Gracias Miranda —dice Román— Y lamento esto que está pasando.

—No te preocupes —dice la chica— Estaré bien.

Miranda entonces besa al chico y se terminan besando.

—Ese fue el último —dice Miranda— A partir de ahora somos amigos, y seguiré viviendo aquí en lo que pasa todo esto, apoyándote.

—Como quieras —le dice Román.

Los dos chicos se dan la mano y se abrazan, Román le dice:

—¿Fuiste a ver a Diana verdad?

—¿Cómo sabes? —pregunta Miranda.

—Esas cosas que dijiste —dice Román— Son típicas de ella.

—Bien —dice Miranda— Si de veras estás muy enamorado de esa chica, búscala, y lucha por ella.

—Gracias —le dice Román— Que bueno que seas tan comprensiva.

—Tienes suerte de enamorarte de chicas comprensivas —dice Miranda— Si Diana y yo fuéramos otro tipo de mujeres, no sé qué hubiéramos hecho, pero también, gracias a esto, ella y yo somos muy buenas amigas.