Saga de Román

Egipto 2510 a. C.

Los chicos aparecen en un desierto a plena luz del día. Después de echar un vistazo a su alrededor Oscar dice:

—Es África.

—¿Cómo sabes? —le pregunta Román.

—Hay grandes posibilidades, porque hay un desierto, y el más grande el mundo está en África —le contesta su primo.

—No es el único desierto que hay —le dice Diana.

—Pero las posibilidades son altas —argumenta el chico.

—¿Por qué no checar la fecha? —pregunta Julián.

El chico revisa el numero en la máquina y todos ven el numero: "25-04--2510"

—¿Porque hay un signo de menos al lado del año? —pregunta Oscar.

—Porque es un año antes de Cristo —dice Román.

—¿Entonces es el año 2510 antes de Cristo? —pregunta Diana— Viajamos muchísimos años al pasado.

—Eso parece —dice Román — Pero en fin, creo que ya estoy empezando a ver cómo funciona esto.

—¿Ya podemos volver a nuestra época? —pregunta Julián.

—Eso creo —les dice el chico.

—Pero yo primero quiero ver en qué lugar estamos —dice Oscar.

Los chicos caminan hacia un monte de arena y desde allí ven, y lo que ven los sorprende: 3 basamentos enormes de lo que parecen ser pirámides y muchos esclavos, miles de ellos jalando bloques de piedra de toneladas de peso.

—Lo ven —dice Oscar— Les dije que estábamos en África.

—Están construyendo las pirámides de Egipto —dice Román.

—Yo quiero ver eso de cerca —menciona Oscar.

—No sé si sea buena idea —le dice Román.

—Tú todo crees que es mala idea —le dice Oscar.

—No, no es eso —le dice Román— Con todo lo que hemos pasado, parece que siempre nos metemos en problemas.

—No nos pasará nada —le dice Julián y se adelanta junto con Oscar.

—¿Tú también vas a ir? —le dice Román a Diana.

—Claro que si —le responde su novia— Esta es una oportunidad de oro, ver cómo se construyeron las pirámides, imagínate cuando tengamos que entregar un reporte en la clase de historia.

—Pero nadie nos va a creer ¿estas consiente de eso? —le dice Román.

—¿Y qué? —le dice Diana— Nosotros lo vimos, con eso me basta.

La chica lo toma de la mano y se van caminando. Durante el camino ella le dice al chico:

—Y pensar que todo esto comenzó cuando fuimos al parque.

—Pues si —dice Román

—Y tú no querías invitar a tu hermano y a tu primo.

—Pero esto no tiene nada que ver con ellos —le dice Román— Fue porque conseguimos esta máquina del tiempo, en todo caso los que hubiéramos viajado en el tiempo hubiéramos sido tu y yo nada más.

—Lo sé —le dice Diana— Quizá suene algo raro pero me parece algo romántico.

—Es una gran cita ¿no? —le dice Román sonriendo.