Saga de Román

El equipo está completo

Todos se reúnen en el hostal y allí pasan la noche.

—¿Sabes una cosa? —le dice Minerva a Leticia a las afueras del hostal.

—¿Qué? —le pregunta Leticia.

—Es la primera vez que veo que el hostal está lleno —le dice la chica.

—Ahora que lo dices —dice Miguel que viene llegando— Es verdad.

—Tengo ganas de quedarme a dormir allí —dice Leticia.

—Pero nosotros tenemos nuestra propia casa —dice Miguel.

—Lo sé —dice Leticia.

—Tú lo dices porque allí está Román ¿verdad? —dice Beatriz que también viene llegando.

—Pero no —dice ella— Allí está Miranda.

—Pero ya no anda con Miranda —le dice Miguel.

—¿Ya no? —pregunta Leticia extrañada.

—Ahora anda con esa chica poseída —dice Minerva— Creo que se llama Amairany.

—No lo sabía —dice Leticia— Ese Román cambia de novia a cada rato, lástima que yo nunca pude salir con él, pero quizá cuando la deje a ella yo tenga chance.

—Lo dudo —dice Miguel— Por lo que se está muy enamorado de ella, y también al revés.

Días después...

Algunos de los chicos están paseando por el pueblo, entre ellos, Román, Diana, Miranda, Oscar, Julián, Brenda, Amairany, Liz, Freddy, Zogbi y los chicos de San Andrés.

—La primera vez que vine a este pueblo —dice Oscar— No sé, creí que me iba a aburrir, luego tuvimos una aventura al luchar contra el fantasma.

—Y ahora se ha convertido en algo muy importante para nosotros —dice Diana.

—Como un referente —dice Julián.

—Y será el escenario de la batalla que decidirá el destino del universo —dice Román algo más serio.

Al oírlo todos quedan sorprendidos y el chico les dice:

—Es la verdad.

—Creo que debemos de evacuar el pueblo —dice Leticia.

—Lo harán —dice Román— Ya hablé con Aelos y con Zwartz, unos días antes, sacarán a toda la gente del pueblo y la llevarán al refugio, creo que sí caben todavía porque no hay mucha gente en el pueblo.

—Menos mal —dice Miguel— Pero ya sabes, me quedaré a pelear a tu lado.

—Igual yo —dice Leticia.

—Y yo —le dice Beatriz.

Así pasan los días hasta el día antes de la batalla final, está atardeciendo.

Román y Amairany están hablando en el kiosco del pueblo.

—¿Me extrañaste? —pregunta la chica a Román.

—Claro que si —le responde el chico— Sufrí mucho por tu ausencia.

—Lamento no haberme comunicado contigo —le dice Amairany— Pero pasaron muchas cosas, tuve miedo.

—No importa —dice Román— Lo que importa es que estás bien y que estamos juntos de nuevo.

—Lo sé —le dice la chica y se besan.