El nuevo equipo de Román

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Una vez que el director se ha ido, la princesa va a sentarse al mismo sillón de la escenografía, mientras los demás se acercan, ella dice:

—Esto es muy difícil.

—Creo que es porque no conoces muchas cosas de este mundo —le dice Julián.

—¿Y ahora qué? —dice Oscar.

—Yo creo que debemos volver a Miriath —dice Ienzo.

—¿Deberíamos? —dice Diana.

—Debemos ir a apoyarlos —dice Oscar— Supongo.

—Y a rescatar a Miranda— dice Román mientras Diana se pone un poco triste

—¿Y cómo vamos a ir? —pregunta Julián.

—Es posible que el portal por donde yo llegué siga abierto —dice Ienzo— Zauberer dijo que entre más tiempo esté un portal abierto, más tiempo tardará en cerrarse.

—Vamos pues —dice Julián.

—Pero no creo que lleguemos a tiempo —dice Diana— A menos que vayamos en un auto, y aquí nadie tiene uno.

—Nadie excepto Miranda —dice Román.

Todos van al Cadillac de Miranda que todavía está en el estacionamiento, Román se sube y dice:

—Entren.

—¿Seguro que lo sabes conducir? —le pregunta Oscar.

—Si —dice Román— Miranda me enseñó.

—Pues espero que hayas aprendido bien —le dice Julián.

Los 6 se suben al auto y Román por accidente pisa el acelerador derribando unos botes de basura.

—¿No que sabias conducir? —le pregunta Oscar.

—Bueno —dice Román— Sólo me enseñó por 3 días, así que no he aprendido mucho.

—Vámonos —dice Julián— O el portal se cerrará.

—Ienzo —le pregunta Román al guerrero— ¿Dónde está el portal por donde llegaste?

—Detrás de esas colinas —le señala Ienzo.

—Ok —dice el chico— Agárrense.

Los chicos de veras se aferran a algo para no caer, Román conduce un poco torpe y sale del estacionamiento para internarse a las avenidas del centro de la ciudad, aunque no se nota mucho, a Román le cuesta trabajo controlar el auto. Después de unos minutos llega a otra parte de la ciudad y da la vuelta, como tarda en darse cuenta, por poco atropella a un peatón que pasaba por allí, así que sólo lo empujó.

—Mira lo que hiciste —le dice Oscar a su primo.

—No le di muy fuerte —dice Román.

El peatón se levanta y Diana, Oscar y Román se sorprenden al ver de quien se trata.

—Malditos, fíjense bien por donde... —y el peatón se queda callado al descubrir quien fue quien lo tiró

—¿Román?

—¿Zogbi? —dicen los 3 chicos al unísono.

—¿Qué haces aquí?— le pregunta Diana.

—¿Ella esta con ustedes? —pregunta Zogbi.

—¿Quién es él? —pregunta Ienzo.

—Es un amigo —dice Oscar— Se llama Zogbi.

—Ese nombre hasta para mi suena extraño— dice Ienzo.

Saga de RománDonde viven las historias. Descúbrelo ahora