Saga de Román

El contrataque digital

Después de aproximadamente una hora, los que estaban cuidando a los chicos, oyeron un alboroto en el lugar donde estaban encerrados, rápidamente se dirigieron y al abrir la puerta vieron a Miranda y Zogbi discutiendo, la chica le reclamaba al muchacho porque se había malpasado con ella, y éste a su vez se excusaba diciendo que era mentira, los guardias intentaron tranquilizar a los chicos, pero como estaban distraídos, recibieron un fuerte golpe de los otros chicos, dejándolos inconscientes. Todo era una trampa, rápidamente los chicos tomaron las llaves que llevaban con ellos y salieron de allí.

—Oye —le dice Oscar a Miranda mientras corrían— Yo sí me creí tu discusión.

—Es que sí fue real —le dice Miranda— Zogbi sí se malpasó conmigo.

—Tenía que hacerlo —le dice Zogbi— Tenía que verse convincente.

—Dense prisa —les ordenaba Román.

Los chicos seguían corriendo por un pasillo y cuando se encontraban a alguien, sin previo aviso se lanzaban contra él, principalmente los hombres, las mujeres incluso llegaban a morder, así poco a poco los chicos llegaron a la salida.

Una vez fuera, salen con mucho cuidado, los chicos van observando la ciudad en caos, destruida por las armas de Dinz y por la multitud de gente que estaba huyendo y que incluso robaban cosas. Los chicos corrieron, sin embargo fueron encontrados por un grupo de gente, quiénes al reconocerlos comenzaron a atacarlos lanzándoles basura, objetos y todo lo que tuvieran a la mano, también les gritaban groserías, los 6 chicos huyeron de allí, mientras eran perseguidos por el tumulto. Los chicos llegan a un callejón sin salida a donde no tenían escondite, en eso vieron que de la nada salió el sujeto que les había dado las instrucciones, los chicos se pusieron a la defensiva pensando que los iba a capturar de nuevo, sorprendentemente abrió una puerta en el suelo donde se veían unas escaleras mientras les decía:

—Entren rápido.

Los chicos, con una total desconfianza no se movieron, pero viendo que el tumulto enardecido se acercaba rápidamente, decidieron seguirlo, los chicos entraron y el ultimo en entrar fue el sujeto quien cerró y ya no pudieron encontrarlos.

Los chicos sumamente sorprendidos de que los hubiera salvado este sujeto caminaban por un pasillo algo iluminado, entonces Miranda le preguntó:

—¿Por qué nos salvaste?

—Parece que tenían razón, Dinz era muy malo —les responde.

—¿Qué no lo sabías? —le dice Freddy— Trabajas para él.

—Ya no —les dice— A partir de ahora.

—¿Por qué ya no? —le pregunta Román.

—Yo pensaba antes que Dinz sí iba a cambiar el mundo, pero de una manera pacífica, sin necesidad de usar la violencia.

—Creo que eres el único que pensaba eso —le dice Oscar.

—Fui el único que desertó —les dice— Pero también fui de mucha ayuda para él.

—¿A qué te refieres? —le preguntan.

—Yo fui quien le consiguió los códigos hackeados del pentágono —les dice el desertor.

—¿Y porque lo hiciste?— le pregunta Zogbi.

—Yo no sabía que Dinz estaba creando un programa parecido al del ejército, por eso pensé que no le servirían de nada los códigos y por eso los conseguí, pero nunca le cuestioné para qué los quería. Parece que yo era el único que vivía engañado, a pesar de que Dinz era una mala persona y que siempre lo fue desde el principio, todos se le mantuvieron leales, menos yo, porque esa no es mi manera de pensar.