Naturaleza

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El camión aparca en un estacionamiento donde hay pocos autos y todos bajan del camión, el chofer les indica a los chicos que bajen sus maletas mientras va por un guía, los chicos obedecen y 5 minutos después, cuando ya han descargado todo, el chofer llega con un guía que se presenta:

—Hola muchachos, mi nombre es Rodrigo y seré su guía en este campamento.

Todos los chicos se presentan y el guía les dice:

—Los llevaremos a unas cabañas donde pasarán la noche, para que allí dejen sus cosas y después iremos a caminar cerca de donde están haciendo las excavaciones arqueológicas.

—Disculpe —le pregunta una chica— ¿Qué es aquí?

—Esto era antes un parque eco turístico —le dice el guía— Pero ahora que encontraron las ruinas, quizá crezca con la inclusión de la zona arqueológica y posiblemente un museo de sitio, aunque aquí ya hay un museo.

—¿Un museo? —le preguntan.

—Bueno, no exactamente —les dice el guía sonriendo— Es una pequeña tienda de curiosidades que hay en un restaurante, cuando vayamos lo conocerán, ahora síganme a sus cabañas.

Los chicos toman sus maletas y después de despedirse del chofer, siguen al guía hasta unas cabañas que están ya adentrándose en el bosque, los chicos observan la naturaleza, los arboles altos y frondosos, llenos de pájaros, perciben el aroma a limpieza, el aire limpio, observan todo y les maravilla, más adelante hay un claro en el bosque donde hay 10 cabañas, de las cuales, según el guía, los chicos ocuparán 5, las cabañas están hechas en su totalidad de madera y a primera vista se ven agradables, el guía les va indicando a los chicos las cabañas que tienen que ocupar los chicos y a Román le toca compartir cabaña junto con Julián y Oscar.

—Me he dado cuenta de que siempre estamos juntos —le dice Oscar a Román.

—Lo sé —le dice Román— Quizá es el destino.

Los chicos entran a la cabaña y lo que ven los sorprende: un edificio no mayor a los 60 o 70 metros cuadrados, de un sólo nivel estilo arquitectónico típico de las casitas aisladas que hay en los Alpes suizos, los chicos entran a la casa y ellos observan una pequeña cocina situada en una esquina de la casa que cuenta con un fogón y una estufa eléctrica, del otro lado un comedor con televisión y al lado una sala que esta tan cerca que desde allí se puede observar la televisión claramente, los sillones con los que cuenta la sala se ven cómodos y muy limpios, en el centro de la casa hay un muro y en centro de este muro está una chimenea, a su lado hay unas puertas que conducen a la recamara y del otro lado a un baño, los chicos pasan a la recamara y ven dos camas, una matrimonial y una individual con cobijas gruesas, ven también un ropero y una televisión en otro mueble, se ve acogedor.

—Es hermoso —le dice Román a los otros dos chicos.

—Hay muchas cobijas aquí —le dice Oscar al guía.

—Es porque esta es una zona fría —les dice Rodrigo— Por eso ponemos muchas cobijas.

El guía los deja para ir a acomodar a los demás chicos, Román y los otros dos sacan su ropa y las guardan en los roperos, mientras lo hacen, Julián comenta:

—Creo que me va a gustar este lugar.

—A mí también —dice Oscar.

—Yo espero que a mí también —le dice Román.

—¿Eso lo dices por Diana verdad? —le pregunta Oscar.

—No —menciona el chico.

—No te preocupes —le dicen los otros dos— No va a pasar nada.

Saga de RománDonde viven las historias. Descúbrelo ahora