Saga de Román

La batalla final. Parte 5 - Apotheosis

La luz deja de brillar y el chico aparece con una especie de armadura con motivos de dragón y prehispánicos, parece un guerrero completo y muy poderoso.

—Siento una gran energía en mi —dice Román al contemplarse— Espero que sea suficiente con esto.

El chico recupera su espada haciendo un ademán, ahora es más grande y brillante, el chico se eleva y se va volando a gran velocidad hacia la serpiente oscura.

En el refugio todos están allí, pero en eso ven venir algo.

—¿Qué es eso de allá? —se preguntan.

—Es la serpiente oscura —dice Neez.

—Entremos al refugio —dice Diana.

—No servirá de nada —dice Aelos.

Entonces nadie se mueve y se quedan ahí como esperando lo inevitable, la serpiente, llega y dice:

—Con que aquí estaban, los últimos habitantes del mundo.

—Tú, estúpida serpiente, mataste a Román —dice Amairany enojada.

—Te reunirás con él pronto —dice la serpiente—Todos.

Cuando la serpiente está a punto de lanzar una gran cantidad de energía oscura, la suficiente para destruir la Tierra, el chico llega a gran velocidad y se interpone desviando la energía oscura y lanzándola al espacio, la energía le da a la Luna y la destruye.

—Perdón por eso —dice Román al ver desaparecer el satélite— Ya me encargaré de resolver esa cuestión.

—¿Tú? —dice la Waruikuali— ¿Cómo sobreviviste?

Abajo todos ven que se trata del chico y se ponen felices.

—No puedo creerlo —dice el mago de Miriath.

—Está vivo —dice Miranda.

—Y se ve más poderoso que nunca —dice Keel.

La serpiente ataca al chico con rayos oscuros pero Román puede regresárselos fácilmente con su espada, entonces la serpiente lo ataca directamente, pero Román se mueve a gran velocidad y entonces, usando la espada mágica, logra dar un gran golpe que derriba a la serpiente.

—Él puede ganar —dice Amairany.

—No estoy seguro —dice Aelos— Si bien, Román ahora es más poderoso, la serpiente oscura no ha liberado todo su poder aún.

—Pero Román tampoco —dice Neez— Siento una gran energía latente dentro de sí.

—¿Y cómo obtuvo esos poderes? —se pregunta Zwartz.

—Se fusionó con la serpiente buena y con Othinus al mismo tiempo —dice Aelos— No sabía que un humano podría hacer eso.

—Quizá Glenz pretendía hacer lo mismo con la serpiente oscura —dice Keel.

La serpiente, un poco aturdida, se levanta del suelo y dice:

—Impresionante, es la primera vez que me enfrento a alguien tan poderoso.

—Igual yo —dice Román.

La serpiente entonces cambia su color a uno totalmente negro y se convierte en humo, entonces el humo se condensa hasta tener el tamaño de una persona y entonces el humo toma la forma de un dragón humanoide, tiene una especie de armadura que está adherida a su cuerpo algo parecida a la de Román.

—Así está mejor —dice la Waruikuali, ahora con forma humana.

—Ahora me has impresionado a mí —dice Román sonriendo.