Misterio en Los Ángeles

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Es de noche en Los Ángeles...

El mar frente a la costa de la ciudad comienza a agitarse como si soplara un fuerte viento, pero no hay ninguno que mueva el agua, unos turistas que pasaban por ahí dando una caminata nocturna observan intrigados:

—Oye, ¿qué está pasando? —le pregunta una mujer a su pareja con la que está caminando.

—Es sólo el viento —le responde su acompañante.

—Pero yo no siento viento —le responde la mujer.

En eso el agua suena fuerte como si hubiera caído un objeto muy pesado, los dos miran sorprendidos cómo del agua a una distancia de aproximadamente 2 kilómetros comienza a surgir lo que parece ser una antena.

Al día siguiente...

Román está en casa desayunando con su familia.

—¿Y cuándo vas a volver a Los Ángeles? —le pregunta su mamá a su hijo.

—No lo sé —responde Román— Pero prefiero quedarme un poco más.

—Se te van a acabar las vacaciones —le dice Julián.

—Eso es lo de menos —dice Román— Creo que ya hice todo lo que quería hacer.

En eso suena el teléfono, Julián se levanta a contestar, después de oír por un rato, le dice a su hermano:

—Es para ti Román.

El chico se levanta y toma el teléfono, oye la voz de su novia, algo angustiada:

—Hola Román.

—Miranda —dice el chico sorprendido— ¿Sucede algo?

—Tengo miedo —dice la chica.

—¿Por qué? —pregunta el chico— ¿Qué pasa?

—No sé si estés viendo la televisión —dice la chica— Quizá lo estén pasando en las noticias.

—¿Qué cosa? —pregunta el chico.

—Prende la televisión —le dice Miranda.

Román le dice a su hermano que prenda la televisión, el chico le obedece y prende la tele.

—Busca un canal de noticias —dice Román.

—¿Qué pasa? —pregunta Julián.

—No lo sé —dice Román— Miranda dice que algo está pasando y que debe de salir en las noticias.

Julián sintoniza un canal de noticias y espera un rato, como no pasa nada interesante se mueve a otro.

—Sólo hablan del huracán que se acerca a Guerrero —dice Julián.

—Pero Miranda habla de algo que está pasando en Los Ángeles —le dice Román.

Julián sigue buscando otros noticieros y entonces dan con un noticiario que les emite la noticia, Julián y Román, sin colgar el teléfono, ponen atención.

"Esta madrugada apareció lo que parece ser una antena de casi 250 metros de altura frente a las costas de la ciudad de Los Ángeles en California, esta "antena" se encuentra a poco más de dos kilómetros de las costas, se han reunido multitud de curiosos para observar el fenómeno, asimismo, un grupo de investigadores intentaron acercarse al objeto, pero no pueden pasar debido a que al parecer, la "antena" está rodeada por una especie de campo de fuerza"

Mientras la conductora habla los chicos observan en la pantalla cómo mucha gente se ha reunido en la playa para observar la "antena".

—¿Qué es esa cosa? —pregunta Román a Miranda en el teléfono.

—Nadie lo sabe —dice la chica— Y mucha gente está preocupada, y yo también, por favor ven.

—¿Ahora? —dice Román.

—Si —dice la chica— No sé por qué, pero creo que hay algo relacionado contigo, o quizá sólo es que quiero que estés conmigo.

—No sé —dice Román— Voy a preguntar.

—Por favor ven —le ruega la chica.

—Lo intentaré —le dice Román y menciona:

—Miranda quiere que vaya a verla, cree que tengo algo que ver con eso.

—¿Y no vas a ir? —le pregunta Julián.

—No lo sé —dice Román.

—Pero le dijiste que volverías —le dice su hermano.

—Si —dice Román— Pero no me quiero ir, es decir, estuve a punto de perderlos a ustedes —les dice a sus padres— Y no quiero hacerlo de nuevo.

—Ve Román —le dice su madre— Nosotros estaremos bien.

—¿Enserio? —pregunta Román.

—Claro —le dice Julián— Yo me encargo de que no pase nada.

—¿Entonces no vas a venir conmigo? —le pregunta Román a su hermano.

—No —responde el chico— Creo que yo ya tuve suficiente por esta vez.

—¿Pero ellos estarán bien sin mí? —pregunta Román.

—Ve hijo —le dice el padre— Te necesitan más a ti que nosotros.

—¿Qué quieres decir? —le pregunta Román a su padre.

Su madre se acerca y le dice:

—Algo me dice que esto es para lo que naciste, con todo lo que te ha pasado, creo que el mundo te necesita y así será siempre.

—¿Qué quieres decir? —le pregunta el chico.

—No te creí cuando fuiste al pueblo y peleaste con el fantasma —dice su madre— Ni cuando viajaste en el tiempo, pero con todo lo que ha pasado, y verte cómo has salvado el mundo en dos ocasiones, me han hecho creer que tú estás predestinado para esto, y que sin importar que pase, vas a salvar el mundo.

—Bueno —dice Julián— Yo también lo he ayudado a salvar el mundo, y quizá merezca algo de crédito.

—Mamá —le dice Román— ...está bien.

Luego, dirigiéndose al teléfono, le dice a Miranda:

—Allá voy, te veo después —y cuelga.

Más tarde, el chico se encuentra en su habitación alistando algo de ropa, no mucha, entonces cuando se va a ir ve la espada que le dio el caballero negro, la contempla por unos segundos y decide también llevársela. Al salir de su habitación, dispuesto a irse, se encuentra con su hermano Julián, éste, al ver que lleva la espada atada a la espalda, le pregunta:

—¿Te vas a llevar tu espada?

—Presiento que la voy a necesitar —le contesta Román.

Sus padres están con él, ellos le dan un abrazo y le dicen:

—Cuídate mucho hijo.

—Lo haré —les dice Román.

Y le dice a su hermano:

—Cuídalos.

—Descuida hermano —dice Julián y se abrazan, el chico le dice:

—Antes, hace como un año, sólo hacíamos esto quizá por diversión, pero ahora creo que ya eres todo un héroe.

—No lo soy —le dice Román— Sólo he tenido suerte para salir bien librado de estas cosas, no tengo superpoderes... aunque si, a veces he hecho cosas de superhéroe.

—Y espero que esta vez todavía tengas suerte —le dice su hermano— Pero no importa, de alguna manera lo lograrás, recuerda que como dicen, no necesitas tener superpoderes para ser un héroe.

El chico agradece y sale de su casa camino al aeropuerto.

Saga de RománDonde viven las historias. Descúbrelo ahora