Saga de Román

Mudanza

Román se encuentra en Los Ángeles, el chico busca a Miranda, pero no la ve, toda la ciudad está vacía y todo esta oscuro porque el cielo está cubierto por nubes negras. En eso ve en la cima del edificio más grande de la ciudad lo que parece ser una persona parada, el chico trata de ver si se trata de Miranda, pero la identifica como alguien más:

—¿Neyr?

El chico nota que Neyr todavía tiene su medallón, el medallón oscuro donde reside el espíritu que lo poseyó. El hechicero entonces se trasforma en la serpiente oscura, cuando el monstruo, se prepara para atacar al chico, éste despierta.

Román observa su reloj y se da cuenta de que son las 3 de la mañana con 33 minutos y eso lo deja un poco perplejo. El chico tiene principios de un ataque de ansiedad, se levanta y va a la cocina a tomar un vaso con agua, después se acuesta y vuelve a dormir.

Al día siguiente el chico de nuevo, va junto con su hermano a la escuela y toma clases, pero de nuevo no puede concentrarse. Más tarde, el chico sale de la escuela y llega junto con su hermano Julián, entonces sus padres de nuevo están viendo las noticias.

—¿De nuevo ven eso? —pregunta Román.

—Es por si se activa la alarma sísmica —dice su madre— Nos avisará para que evacuemos a tiempo.

De repente aparece una noticia de última hora:

"Nos informan que en este momento comenzó un movimiento telúrico en la ciudad de Los Ángeles"

—¿Los Ángeles? —menciona Román.

—Esperemos que no sea muy fuerte —dice Julián.

Pasados unos minutos el noticiario vuelve a emitir la nota:

"El sismo de Los Ángeles ha pasado, se calcula que su magnitud fue de 7.2 grados en la escala de Ritcher, el sismo derrumbó algunos edificios, postes, árboles y anuncios, hay mucha gente que quedó herida"

—Tengo que hablarle a Miranda —dice Román— Quiero saber si está bien.

El chico toma el teléfono y marca el número de la chica, pero no hay línea.

—No hay línea —dice Román mientras cuelga.

—Quizá se cayó con el sismo —dice el papá del chico.

—No te preocupes —le dice Julián— Ella está bien.

Pero Román dice:

—Tengo una idea, ahora vuelvo.

Román sale en camino hacia la casa de Oscar, al llegar, éste le abre y le pregunta:

—¿Puedo usar tu computadora?

—¿Para qué? —le pregunta su primo.

—Quiero comunicarme con Miranda —dice Román— En Los Ángeles no hay línea por el sismo que acaba de pasar.

—Pero la mía no tiene internet —le dice Oscar— Tendrías que usar la de Brenda.

—¿Y está en su casa? —pregunta el chico.

—Creo que si —dice Oscar.

Los chicos van a la casa de Brenda, dentro de la casa de Oscar y la chica abre:

—¿Qué quieren? —pregunta.

—Uuy, qué sentido del humor —le dice Oscar.

—¿Puedo usar tu computadora?— pregunta Román.