Al otro día los señores despiertan a los chicos.
—Levántense chicos, vayan a desayunar.
Los chicos se incorporan y entran al comedor, la comida ya estaba servida, ellos se sientan.
—¿Ustedes no comen? —les pregunta Diana a los señores.
—No —le responden ellos— Nosotros ya desayunamos.
—Vamos a salir a un pueblo cercano a conseguir algunas cosas, ¿no les gustaría venir? —dice el señor Pedro.
—Sí, me gustaría... —menciona Oscar, pero siente un codazo de su compañera de al lado.
—¿Qué? —preguntan los señores.
—No... nada, olvídenlo —les dice el chico— Mejor me quedo.
—Bien —les dicen los señores— Volveremos en la noche, les dejamos encargado el lugar.
—¿Y si vienen clientes a hospedarse? —preguntan los chicos.
—No creo —les dice el señor— Pueden pasar semanas sin que vengan personas.
Los señores se van y Oscar le dice a Jennifer, que fue la que le dio el codazo:
—¿Por qué me pegaste?
—No seas tonto —le dice ella— Nos dejaron todo el lugar para nosotros.
—¿Y eso qué? —le responde Román— ¿Qué podemos hacer aquí?
—¿Qué les parece si damos una vuelta por el pueblo? —propone Jennifer.
—¿Todos juntos?
—No sé, tal vez por allí podríamos separarnos y ver qué encontramos de interesante —dice la chica.
—Bien.
—O podríamos visitar a los chicos de la secundaria de nuevo —sugiere Román.
—¿Pues a quién quieres ver? —le dice Julio.
—Yo creo que a Leticia —le dice Oscar.
—¿Ah sí? —le contesta Román— Pues tú vas a ver a Martha, a Minerva y a Beatriz ¿No?
—Ya cálmense —les dice Julián— Primero acaben de desayunar y luego vamos.
—Si —le responden los otros.
Luego Oscar se dirige a Román:
—No me digas que no te has dado cuenta.
—¿De qué? —pregunta Román.
—Le gustas a Leticia —le dice Oscar.
—¿Y eso qué?
—Qué Diana esta celosa.
—¿Celosa?
—Si —le responde Oscar— Ayer cuando fuimos a la iglesia, Leticia se te pegó todo el camino, Diana lo vio, y también se te pegó.
—¿A poco? —menciona Román.
—¿Qué no te diste cuenta? —le dice Oscar y continúa—: A mí me pasa algo parecido con Martha, Minerva y Beatriz, se me acercan y luego llegan las otras 4 chicas.
—¿Tantas mujeres para ti solo? —le dice Román— Pero si tú qué sabes de eso, lo dices, puede que tengas razón.
—Claro que la tengo —le dice Oscar.

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Saga de Román
AdventureRomán, un chico que parece llevar una vida como la de cualquier chico de su edad, pronto descubre que quizá su vida no es tan normal. Fantasmas, terroristas, monstruos, reyes y científicos locos, toda una pléyade de villanos que a su par...