HYORINMARU
Seguía caminando, tratando de seguir el rastro de mi padre, porque como siempre, lo había perdido. Ya han pasado unos días desde que deje de ver a Miu y a Yasei, pero ahora me he hecho más fuerte de lo que era antes.
-Como odio que el señor Sesshomaru me abandone y más con este mocoso- se quejaba Jaken mientras sostenía un bastón de dos cabezas y una soga con la cual traía amarrado a un demonio que parecía un dragón de dos cabezas, Ah-Un.
-No entiendo cómo mi padre no te ha matado aún- dije.
-Es porque he sido su más leal sirviente, además tú no tienes derecho a opinar- dijo Jaken.
Si fuera mi padre ya lo hubiera matado, pero por alguna razón sigue vivo.
Seguíamos caminando, pero luego sentí la presencia de un demonio, pero no era uno común, era algo más extraño. Quería investigar entonces monte a Ah-Un.
-¿Qué tratas de hacer jovencito?- preguntó Jaken.
-Voy a investigar algo, quédate aquí, luego vuelvo- respondí.
-Tu no puedes hacer esto, el señor Sesshomaru...- dijo Jaken.
-Él dijo que podía usar a Ah-Un, además no tardaré mucho, así que no empieces a llorar- dije y entonces me fui.
Era un lastima que no pueda volar, pero al menos tengo a Ah-Un. Después de unos minutos llegue a un lago muy grande, entonces Ah-Un aterrizó en el bosque. Deje de montarlo, entonces lo amarre a un árbol.
-Esperen aquí- les dije.
Me acerqué al lago, entonces pude ver a una mujer y me escondí detrás de un árbol, era una chica de cabello largo oscuro, usaba un kimono de color rosa fuerte y en la parte de abajo tenía formas de flores de color morado. Ella se agachó y recogió un abanico del agua.
-Después de tanto tiempo volverás a la acción- dijo la chica viendo el abanico y luego se levanto.
Volteó hacia donde yo estaba, sus ojos eran de color rojo intenso y en la parte lateral de su cabello, del lado izquierdo tenía un broche en el cual habían unas plumas.
-¿Quién está ahí?- preguntó.
No tuve otra opción y me acerqué a esa mujer.
-¿Eres un demonio?, no, eres otra cosa- se murmuraba así misma. -¿Cómo te llamas?
-¿Porque razón te lo diría?- pregunte.
-Porque me demostraría que no tienes modales, bueno ya me lo demostraste al espiarme- dijo la mujer.
Me voltee para marcharme, pero ella agarro mi mano.
-¿Qué intentas hacer?- pregunte.
-Solo quiero conversar contigo- respondió la chica.
-No tengo porque hablar con un demonio- dije.
-Lo mismo digo de los híbridos, pero yo no veo nada malo en ti- me soltó y yo voltee a verla.
Entonces ella se sentó.
-Vamos, te invito a sentarte- dijo ella.
Solo me quedé parado.
-¿No te quieres sentar?, de acuerdo, ¿Cómo te llamas?- preguntó la chica.
-Mi nombre es Hyorinmaru- dije.
-¿Hyorinmaru?, qué nombre tan genial, mi nombre es Reiko- dijo.
-Esta bien, ahora me voy- dije.
-No lo hagas, quiero conocerte más, siendo un híbrido ha de ser más difícil tener amigos- dijo Reiko.
-Yo no tengo ni un problema con eso- dije.
-Mmmm, esta bien- dijo Reiko.
-¿Y qué es eso?- pregunte, refiriéndome al abanico.
-Ah esto, solo es algo que perdí en el lago hace años cuando era pequeña, ahora ya lo pude recuperar- respondió la chica, pero podía percibir que me estaba mintiendo, pero no quería perder tiempo en interrogarla, quería seguir haciéndole preguntas.
-¿Y qué hace una chica como tú sola en este lugar?- pregunte.
-Sabes muy bien que todos los demonios vagan solos por el mundo, sin tener cosas que hacer- respondió la chica.
"Vagan por el mundo", eso hacen los demonios en esta época.
-Bien- dije y comencé a retirarme.
-¿Y tú Hyorinmaru?, ¿qué haces solo por estos lugares?- preguntó Reiko.
-Solo estoy viajando, pero no estoy solo- dije.
-Al menos no estás solo- dijo sonriendo.
Entonces me fui.
REIKO
Así que él es Hyorinmaru, el famoso hijo de Sesshomaru, se ve que en el fondo es un buen chico, además es apuesto. Pero lo extraño es que su presencia me trae un poco de tristeza y no sé qué significa eso, entonces mire el abanico.
-Te prometo que vengare tu muerte, madre- dije.
-Vaya, vaya, al parecer alguien se puso sentimental- escuche la voz de ese odioso.
Voltee hacia el lago, estaba en el centro del agua, flotando, su nombre era Shinkai, un chico de cabello verde que le llegaba hasta la barbilla, usaba un kimono masculino de color azul cielo, él es conocido como el amo de los océanos.
-¿Qué quieres Shinkai?- pregunte.
-Me mando Naraku para saber si ya recuperaste el abanico de tu madre- dijo Shinkai mientras me levantaba.
-Ya- dije molesta.
-Bueno ahora te llamaré Reiko la domadora de los vientos- dijo Shinkai.
-Que desperdicio- susurre.
-¿De qué hablas?- preguntó Shinkai.
-Es un desperdicio que seas un chico atractivo, pero en realidad eres un imbécil- dije.
-Para ti soy atractivo, que lindo, recuerda que ayer te dije que serias mía algún día y es porque me encanta esa actitud tuya- de repente estaba en frente de mí y me dio un beso en los labios, pero lo empuje.
-Aléjate de mi- dije molesta.
El me miró de una manera desafiante y de repente comenzó a dolerme el pecho.
-Recuerda que Naraku me dio tu corazón, así que no me puedes negar nada- dijo Shinkai.
-Esta bien lo siento- dije y dejó de dolerme el pecho.
-Buena niña- dijo Shinkai.
Me repugnaba ese sujeto, los dos nacimos el mismo día y somos extensiones de Naraku, pero yo tengo la esencia de una de sus antiguas extensiones, ella se convirtió en mis madre, su nombre es Kagura y ella como yo, sufrimos en la misma jaula.
-Bueno Reiko, hay que ir a comer algo- dijo Shinkai.
-No tengo hambre, así que me voy al palacio de Naraku- dije.
-No me dejes solo, ¿y si me acompañas?- preguntó Shinkai.
-Pero me da asco ver cómo le coqueteas a las humanas- respondí.
-Vamos, o ¿acaso son celos?- dijo Shinkai.
-Para nada- dije.
-Mmmm, solo acompáñame- dijo desapareciendo en el agua.
-Ag, esta bien- dije agarre una de mis plumas que tenía en mi cabello la lance al cielo y de repente ya estaba volando en mi pluma y me fui.
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Yasei no Inu |FINALIZADA|
FanfictionDespués de que Kagome volviera a la época antigua, se reencontró con Inuysha y los dos se casaron, pero ahí no termino, tuvieron un hijo al cual lo llamaron Yasei. Pasaron los años y Yasei era un estudiante de secundaria de 15 años, pero en ese año...