Capitulo 21: Sirvientes de Naraku

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REIKO

-Esto es aburrido, ¿cuándo vamos a matar a alguien?- pregunte mientras estaba acostada en el suelo.

Nos encontrábamos en un templo, en lo cual lo único divertido fue que tuvimos que matar a todas las personas que vivían aquí, el lugar estaba lleno de aire con veneno, gracias a Naraku, me encontraba en una habitación con el tonto de Shinkai, domador del agua, también con Kodai, domador del fuego, también Karin, domadora de la tierra, todos nosotros somos extensiones de Naraku y por último Minami, manipuladora de los sueños, ella no era una extensión, solo es una ayudante de Daisuke, pero de todos es la más buena.

-¿Y si vamos a comer algo para no aburrirnos?- dijo Shinkai.

-Si, tengo mucha hambre, se me antojan unas niñas que tengan menos de 10 años- dijo Kodai.

Siendo unas extensiones, podemos alimentarnos con almas de humanos, a mí me daban igual los humanos, pero a Shinkai, Kodai y Karin les encantaban, por su sabor claro.

-Tienen razón y a mí me dejan los hombres, ¿vale?- dijo Karin, me repugnaba, era una auténtica arrastrada y lo que me da más asco es que siempre se le va cayendo su kimono de color naranja mostrando casi todo.

-No pueden hacerlo, recuerden que Daisuke dijo que no podíamos salir- dijo Minami.

-Pero estamos aburridos y más porque Naraku no está- dijo Shinkai.

-Bueno si quieren salgan y cuando vuelvan serán castigados por su ignorancia- se escucho la voz de Daisuke por la puerta y entonces entro.

-Vamos Daisuke, estamos muy aburridos- dijo Kodai.

-He dicho que no, oye Minami necesito que vengas- dijo Daisuke.

-Si señor- dijo Minami levantándose del suelo y siguiendo a Daisuke y ahora solo éramos cuatro.

-¡Como detesto a ese tipo!- dijo Karin molesta. -Pero oigan, cuanto apuestan a que Daisuke y Minami ocultan algo entre los dos.

-¿Cómo que?- pregunte.

-Y si son amantes- respondió Karin.

-Lo dudo mucho- respondí.

-¡Maldición!, eres detestable- dijo Karin.

-Bueno ya que están distraídos, ¿porque no nos vamos?- preguntó Shinkai.

-Si hay que irnos- dijo Kodai.

-No creo que sea buena idea, nos meteríamos en muchos problemas- dije.

Karin se acercó rápidamente a mí y comenzó a horcarme.

-¡Cierra de una maldita vez tu boca!, me enferma que seas la favorita de Naraku, ¡enserio porque le interesas!- gritó molesta Karin, pero yo no dejaría que me hiciera esto, entonces la empuje tan fuerte que logre que me soltara.

No es que le interese, por lo que se soy la única que tiene la esencia, la presencia, los poderes, los rasgos faciales y la sangre de una extensión de Naraku que murió hace mucho tiempo, su nombre era Kagura y así ella se convirtió en mi madre y como Naraku me creo, por respeto lo llamo padre, pero he jurado que yo vengare la muerte de mi madre, al que tengo que matar es un demonio que se llama Sesshomaru, esa es la razón por la que existo. Pero Karin, Kodai y Shinkai no fueron creados a través de otra extensión, me dijo mi padre que yo soy especial para el porque le recuerdo a mi madre.

-Bueno dejen de pelear, voy a hablar con Daisuke- dijo Shinkai saliendo de la habitación.

Como detestaba a mis compañeros, los únicos que me trataban bien son Daisuke y Minami, pero los demás son un dolor de cabeza. Después de un rato llego Shinkai.

-Tengo buenas noticias, nos han dejado salir.

Los gritos reinaban en la aldea, al notar que la mitad de la población habían muerto, yo era la única que permanecía en la aldea, los demás se habían ido a otra. Shinkai como siempre tomaba el alma de las jóvenes, Kodai tomaba el alma de niñas menores de 10 años o aveces niños y Karin tomaba el alma de hombres jóvenes o de esposos y ellos creaban el caos, yo no comía almas, ya que me daba asco sentir la muerte de los humanos en mis manos. Llegue a la aldea vecina buscando a Shinkai para decirle que era la hora de irnos, aún la aldea estaba estable.

-Shinkai, ¿dónde estas?- dije mientras pasaba por los callejones abandonados de la aldea.

Después escuche a una niña llorar, cuando llegue a un callejón pude ver cómo Kodai la estaba abrazando.

-¿Qué tienes pequeña?- preguntó Kodai.

-Acabo de llegar a mi casa y mi padre estaba muerto- respondió la niña llorando, apuesto que la que mató a su padre fue Karin.

-No te preocupes, todo estará bien- dijo Kodai y seguía abrazándola, pobre niña ella murió por dejar que Kodai le diera un abrazo mortal, entonces él la acomodo en el suelo.

-Ya acabaste de comer, ahora vámonos- dije.

-Pero me estaba divirtiendo- dijo Kodai.

-Eso no importa- se escucho una voz a lado de nosotros, volteamos y era Amidamaru, otro ayudante de Daisuke, conocido como el destructor del mundo.

-¡Maldición Amidamaru!- dijo Kodai enojado.

-Lo lamento, pero Daisuke desea que vuelvan, porque el señor Naraku ha vuelto, ya mande a Shinkai y a Karin al templo- dijo Amidamaru.

-Esta bien- dije tomando una de las plumas de mi cabello, la alce hacía el cielo y me fui volando, gracias a mi enorme pluma.

Podía sentir como el viento chocaba con mi rostro, se sentía muy bien, quería relajarme por un rato, pero nunca tenía tiempo para eso, solo hubo una vez en la que me pude relajar y eso fue cuando estuve con Hyorinmaru.

-¿En qué piensas Reiko?- escuche la voz de Kodai.

Voltee a mi derecha y me di cuenta que estaba volando gracias a sus llamas.

-Nada que te importe- dije.

-Karin tiene razón , te crees muy especial y solo porque a Naraku le importas, ¿acaso tú y él ocultan algo?- dijo Kodai.

-No digas tonterías Kodai, yo veo a Naraku como mi padre, gracias a él yo existo y lo único que siento por él es aprecio y es todo- dije.

-Tan ruda como siempre Reiko-chan- dijo Kodai.

A mí no me importaba lo que dijera, porque lo único que siento por Naraku es cariño, él nunca me traicionaría.

Yasei no Inu |FINALIZADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora