Yasei no Inu |FINALIZADA|

Capítulo 120: Las piezas que faltan

KAGOME

Daishinkai es un oponente muy peculiar, quién diría que la Perla de Shikon al final tenía una mentalidad propia, pero...había algo muy extraño en él, sus planes habían salido a la perfección hasta este momento...¿al final que quería lograr?, ¿qué es lo que quiere hacer al final de que consiga acabarnos?

-Oh no- escuché murmurar a Inuyasha.

-¿Qué sucede?- pregunté.

-Ahora que lo recuerdo, ¿dónde está Colmillo de Acero?- dijo Inuyasha.

Recordé que Yasei se lo había quedado pero la preocupación me invadió de repente.

-Inuyasha, Yasei se quedó con Colmillo de Acero- comenté.

-¿Qué?

-¿Crees que podrás pelear sin la espada por esta vez?

-Tch, pues no tengo otra opción, de seguro la traerá Yasei cuando vuelva.

-De seguro que sí- le sonreí.

De repente comenzó a temblar, era como si la torre estuviera colapsando.

Daishinkai rio. -Ustedes ya han estado dentro de la Perla, han visto cuanta infinidad de demonios habitaban en ella, esta torre está hecha de los  cadaveres de esos monstruoso, los cuales puedo revivir y manipular a mi antojo.

-Cobarde- dijo Inuyasha molesto. -Mejor pelea tú mismo.

-Lo siento Inuyasha, pero aún no es el momento en que yo me ponga en acción- dijo Daishinkai. -Aún no ha llegado todo el mundo.

¿Todo el mundo? ¿Acaso espera que llegue alguien más?

AIKA

-Realmente tengo un muy mal presentimiento- comenté preocupada.

-Descuida Aika, solo nos fuimos por unos días, ¿qué podría haber pasado en nuestra ausencia?

-Mmmmm no lo sé- cambié mi expresión a una burlona. -Tal vez mis papás lo pensaron muy bien y decidieron que merezco alguien mejor que tú.

Kei rio. -¿Quien puede ser mejor que yo?

Reí. -Tienes razón...-tomé con fuerza la mano de Kei-...tú eres el mejor.

Kei se sorprendió. -¿En serio?

-No, era broma, por supuesto- comenté.

Kei rio. -Eres muy cruel Aika- dijo Kei.

Kei y yo caminamos por mucho tiempo, realmente cuando los dos estamos juntos somos muy felices. Pero a cada paso que dábamos sentía algo malo, un mal presentimiento, incluso sentía que el aire fresco se iba.  Ya estábamos a nada de llegar a la aldea, pero el clima era extraño, el cielo tenía un tono oscuro combinado con morado.

-Aika- me llamó Kei.

-¿Qué sucede?- le pregunté.

Kei tenía una expresión seria.

-Esta pasando algo en la aldea- dijo Kei.

-¿Por qué? ¿Qué sientes?- pregunté.

-Huele a sangre- respondió Kei.