Yasei no Inu |FINALIZADA|

Capitulo 18: Kei, el lobo solitario

MIU

Estábamos en un campo, solo había un árbol y yo estaba sentada abajo de ese árbol en donde había sombra. Era la hora de almorzar, ya han pasado varios días desde que Yasei y yo comenzamos este viaje.

-Listo Yasei ya está el almuerzo, he preparado una ensalada de frutos rojos, eso es demasiado sano- dije orgullosa mientras cerraba los ojos ya que era la primera vez que preparaba una ensalada.

-Que delicioso, me encanta esta comida- dijo Yasei.

-Verdad que si- dije, abrí mis ojos, pensaba que Yasei había probado mi ensalada, pero  en realidad estaba comiendo una sopa instantánea.

-Pero qué diablos haces, eso ni siquiera es sano- dije.

-Y eso que, aun así estoy en forma, ¿quieres ver?- dijo Yasei en forma provocadora.

-No gracias- dije molesta.

Entonces agarre mi ensalada y la probé...

-¿Cómo está tu ensalada?- preguntó Yasei.

-Sabe demasiado deliciosa- respondí sonriendo.

-¿Enserio?, tu rostro me dice otra cosa- dijo Yasei.

La verdad es que estaba demasiado dulce, tanto que no podría comerlo tan normal, entonces lo deje en el suelo.

-Me rindo, soy un asco cocinando- dije decepcionada.

-Mmmm, ¿no quieres una sopa instantánea?- preguntó Yasei.

-Aunque me guste no quiero- respondí.

-Ay que molestia- dijo Yasei.

Se levantó un poco furioso y comenzó a marcharse.

-¡Oye!, ¿a dónde vas?- pregunte.

-Voy al lago- respondió Yasei y se fue.

¿Porque irá al lago?, ¿acaso seré una molestia para él?, bueno no importa en estos días Yasei y yo nos hemos llevado mejor que antes y me he dado cuenta que él es muy bueno y amable aunque no lo demuestre. De repente escuche unos pasos atrás de mi, voltee y había un chico con unas ropas extrañas, cabello largo y naranja, lo tenía en coleta y sus ojos eran azules, además tenía unas piernas que ¡uff!

-¿Quién eres tú?- pregunte y el solo sonrió.

-Así que tú eres la famosa Perla de Shikon, yo me esperaba algún objeto, pero por lo que veo encontré algo mucho mejor- dijo el chico.

YASEI

-Espero que ha esa tonta le guste el pescado- dije.

Había ido al lago por unos pescados para Miu, esto y unos vegetales, sería una comida sana. Llegue al árbol pero Miu no estaba , ahora donde se fue esa tonta.

-¡Miu!, estás por ahí- grite, pero no había señales.

Comencé a olfatear, pero lo único que detectaba era esa ensalada demasiadamente dulce. No ha de tardar.

MIU

-¡Suéltame!- grite.

-¡Ya deja de quejarte Perla de Shikon!- gritó el chico.