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A decir verdad, Freddy no podía catalogarse como una persona fuerte o valiente, era un chico promedio que no destaca mucho entre sus compañeros, en realidad, si llegaba a ser notado era por Fred, a veces de forma positiva y muchas por cosas negativas; pero no pudo evitar sacar determinación de donde no tenía al ver que un grupo de vándalos molestaban a su amigo. Por eso ahora se encontraba de cara con el líder de los Nightmares. El ambiente era bastante tenso y la batalla de miradas entre ambos castaños no ayudaban a relajar las cosas.

Bonnie solamente admiraba desde el piso al chico que se colocó frente a él en un vago intento por defenderlo, sabía que no tardaría mucho para que Deuz diera la orden de golpearlos a los dos y lo que menos quería era que Freddy terminara herido. Trató de levantarse como pudo, llamando la atención de los otros tres presentes.

Sólo a ti se te ocurre meterte en estos problemas ¿Lo ves? Tú solo te pones en estas circunstancias —comentó Fred, temiendo que los bravucones frente a ellos les golpearan hasta desfigurar su cara.

—¿Qué hacemos, jefe? —preguntó Oxy sin apartar la vista del enano marrón que les arruino el "arreglo de cuentas".

—Denles una lección —ordenó el líder.

Al escuchar eso Freddy se alarmó, no estaba pensando claramente las cosas, así que apenas logró entender sus acciones. Las escenas pasaban demasiado rápido en su cabeza: La forma en cómo soltó un puñetazo al rostro del chico frente a él, pero no se quedó a admirar como los otros bravucones se acercaban para ayudar a Deuz, porque se precipitó a un choqueado Bonnie para tomarlo del brazo y correr hasta la parada de autobuses. Una vez dentro del primer vehículo que pillaron, pudieron ver por las ventanas como Oxy y Onnie intentaban alcanzarlos, sin éxito, un suspiro de alivio salió de sus labios.

—¿Por qué hiciste eso? —preguntó Bonnie sin terminar de asimilar lo ocurrido, este era al tipo de cosas que se esperaba de Foxy o Bon, no de él.

—Ni idea —respondió riendo para ocultar el hecho de que estaba temblando de miedo, rápidamente se acercó al chofer para preguntar a dónde se dirigían, por suerte había una parada cerca del parque, desde donde podían irse a sus respectivos hogares.

—El día que te vean te atacaran —avisó, sentándose junto a él en uno de los tantos asientos sospechosamente vacíos.

—Lo sé —murmuró con una sonrisa tensa, aunque pronto cambió a una cómplice—, pero me llevo la satisfacción de haber golpeado a ese cretino.

Bonnie se quedó unos segundos incrédulo, para después soltar algunas risas divertidas, Freddy también era una caja de sorpresas.

Inesperadamente extraño (Freddy x Bonnie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora