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—¿Estoy listo...?—

—¿No piensas hacer la tarea? —preguntó el castaño luego de un rato, desde que Bonnie había llegado se había tumbado en el piso boca arriba, observando el techo con una expresión pérdida, acción que comenzaba a parecerle extraña. Al no recibir una respuesta, dejó de lado sus deberes, realmente se estaba aburriendo de hacerlos, y se giró hacía el mayor—. ¿Pasa algo?

—No realmente, estoy pensando en todo y nada a la vez, volviéndome uno con el universo —explica con un tono místico, haciendo gestos extraños con su mano—. Pero dejemos de lado eso, ¿dónde estabas hace rato? —inquirió, recordando que en algún punto Freddy había salido del salón para no regresar más, por eso se había quedado a merced de su loca amiga teñida y su amargado amigo el Brayan.

—Oh, cierto, no te he contado. —Usando el chisme como excusa, se tiró al piso, comenzando a rodar por este hasta llegar donde el mayor—. A que no adivinas quién se declara a quien.

—¿Loon a Bonbon? ¿Fede a Maggie? ¿Puppet a Deuz? ¿Foxy a [Spoiler]? —Cada respuesta que daba era negativa, siguió probando durante un rato con todos los alumnos que conocía, incluso con conocidos—. ¿Don Toño, el frutero, a Doña Nacha, la de las quecas? ¿La vieja tacaña a Springtrap...? ¡El papá de Golden a tu mamá! —exclamó el último ilusionado, ganando una mirada desaprobadora—. ¡Oh, vamos! Tendrías un padrastro rico y que estaría demasiado ocupado con sus novelas como para aplicarte la Lady Tremaine.—Es muy viejo para mi mamá —se quejó, Bonnie carraspeó un poco.

—No es que tenga quince años, aunque un daddy sugar no suena nada mal.

—No.

—Bueno, bueno, me rindo, ¿quién se va a declarar?

—Golden se le declara a Abby.

Las risas inundaron la habitación, Freddy tampoco pudo evitar soltar una carcajada, ciertamente lo más encantador de la risa de foca que tenía su amigo era lo contagiosa que llegaba a ser.

—Muy bien, ahora di que Foxy y Mangle no son [censura].

—Habló en serio —refutó con un tono de voz serio, que dejó sin palabras a su amigo. Bonnie estaba incrédulo, lo que jamás pensó qué pasaría, ya había titulado esa relación como un «Sólo en mis fantasías»—. Hubo un poco de insistencia por parte de Mai.

—Con razón —aclamó con una sonrisa apacible, el equilibrio del Universo vuelve a estabilizarse—. ¿Entonces se pondrá de acosador?

—No todos están imbéciles para enamorarse de su acosador. —Una risa se escapó de ambos—. El gran día es este viernes.

—¡Oh, ya lo estoy esperando! —musitó frotando sus palmas, quería ver a su amigo humillarse y a su OTP volverse realidad, como ya le jodieron el Sr. Golden y Sra. Fazbear, también el Bon y Joy, aún tenía sus esperanzas puestas en el Golden por Abby.

—En fin, la hora del chisme llegó a su fin. Empecemos con esa tarea —ordenó levantándose de su lugar, recibiendo quejas del más bajo....

. . .

La semana había sido relativamente tranquila, claro, quitando a todos los estudiantes que estaban a nada de tirarse de la azotea porque no acreditaron una materia.

—¡No lloren por mí! Ya estoy muerta —gritó la chica de cabellos rojos atados en dos coletas, quien estaba parada al borde, a nada de caer de un tercer piso.

—¡Deja tus estupideces y baja ya! Te vas a lastimar y de paso a Fede —reclamó su amiga de cabello azulado, apuntando al teñido, quien estaba llorando.

Inesperadamente extraño (Freddy x Bonnie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora