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Después de ser regañado por su madre, el castaño subió a su habitación para cambiarse de ropa. Se notaba más tranquilo que en la mañana, pero cada que el rostro horrible, según él, de Deuz le venía a la mente, le traía una sensación desagradable.

—Por cierto, no has dicho nada desde esta mañana. —Comenzó a decir, dirigiéndose al shadow que flotaba a su lado; Fred no respondió nada, sólo lo miraba fijamente, como si quisiera adentrarse en su alma—. Si no dirás nada, por lo menos deja de verme como si me fueses a desintegrar —pidió sonriendo tenso.

¿Sabes? —Empezó a hablar y Freddy podía decir, por años de experiencia, que se venía largo—. Me sorprendí bastante cuando te vi pelearte con él, siempre has sido muy pacífico y tú eres el primero que me decía "Fred, la violencia nunca soluciona nada"

Ante sus palabras bajó la mirada avergonzado, se había dejado llevar por su enojo y mal humor, aparte de que no soportaba a los Nightmares—. Sé que debí actuar más razonable, pero en esos momentos me di cuenta que las palabras no siempre funcionan... ¡Además, por poco me rompe la nariz! No me quedaría de brazos cruzados.

Lo sé... y estoy orgulloso.

—Aparte de que a las personas como él se les debe devolver la moneda y... ¡Espera! ¿¡Qué!? —Se detuvo cuando procesó las palabras del espectro que le mostraba una amplia y gatuna sonrisa.

Siempre has sido tan políticamente "correcto" y te dejabas de cualquiera, nunca te has intentado defender o decir algo para que dejen de molestar, por eso siempre te vi como alguien débil y aburrido, con poca personalidad y sin chiste...

—¡Ya entendí! —Le cortó, provocando una risa.

Sobre todo, siempre te vi como alguien inseguro, pero hoy me has probado que dentro de toda esa sumisión, se escondía alguien de gran carácter. —Se apoyó en su hombro—. Felicidades, Fazbear.

El castaño no dijo nada, lo miró de forma dudosa para después sonreír agradecido—: Gracias, Fred.

No hay de qué... pero, no cambies mucho, también quiero que sigas siendo el Freddy imperfecto al cual estoy acostumbrado.

—Wou —murmuró—. Eso es lo más lindo que me has dicho, al parecer si tenías sentimientos y no sólo eras una máquina de coqueteo barato —comentó, ganando una mirada ofendida, ahora fue su turno de reír—. Gracias por preocuparte por mí —dijo intentando abrazarlo, aunque era como tratar de sostener el aire.

Q... que quede claro que esto es en gran parte por mi propio bien —respondió Fred avergonzado.

—Cállate y deja de arruinar el momento.

Inesperadamente extraño (Freddy x Bonnie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora