La inseguridad se ha vuelto el pan de cada día para Freddy Fazbear, estaba tan acostumbrado que ya ni siquiera se inmutaba. Sin embargo, con su madre las cosas cambiaban, un rechazo de su parte no era algo que pudiera soportar su sensible corazón. Como se ha mencionado antes, ella era su todo, su ángel; los miles de escenarios en donde ella le decía que lo odiaba era lo que había estado imaginando y soñando en esa última semana que tenía de vacacione, tenía miedo de decepcionar, de quedarse solo, de no contar con su apoyo.
En años más recientes, la orientación sexual ya no es un tabú y se busca normalizar el tema, hacer entender que no a todas las mujeres les gusta el plátano y no a todos los hombres les gusta la papaya, que ya no se les mire como fenómenos o anomalías de la naturaleza; pero eso no evita que exista gente que no puede, más bien no quieren, aceptar a las personas que gustan de su mismo sexo, que no todos quieren procrear o formar familias de trece hijos. No puede culparles, desgraciadamente los tiempos antes eran distintos y la discriminación era algo común, nos debemos resignar a que existe gente que jamás cambiara esa forma de pensar, lo mejor es solo mantenerlas lejos de uno.
Actualmente el 2016 ya dio fin, trayéndonos una aceptación a ciertos sectores marginados, pero también ha aumentado la tasa de intolerancia entre las personas, gente que es incapaz de aceptar una opinión diferente a la suya, que se sienten con la verdad absoluta y creen tener la razón siempre. Freddy sabía que su madre no era así, pero era demasiado inseguro como para entenderlo.
El castaño se encontraba cenando junto a su familia, la última cena que tendrían juntos por un tiempo, no era tan tierno como esperaba, menos con esas miradas que le regalaba la esposa de su tío. Tenía demasiados problemas como para agregar este fallo de aborto, pero su actitud pacífica, infundada por su madre y abuela, no le permitía iniciar una discusión en plena comida, por lo que decidió retirarse antes de comenzar a soltar tantas cosas que quería decirle, nunca le ha gustado el irrespeto que tienen los adolescentes a sus mayores y no quería convertirse en lo que juraba destruir.
Lo mejor sería darse una ducha, al día siguiente irían de regreso a casa por la tarde y todos querrán bañarse temprano. La sensación del agua recorrer su cuerpo le daba suma relajación, lo sumergía en una burbuja de paz y tranquilidad, algo que en esos momentos necesitaba más que nunca. Una vez terminó, tomó una toalla para secar su cuerpo y su cabello, el cual ya le llegaba por debajo de sus hombros. Comenzó a vestirse con sus bóxer azul cielo y una camiseta manga corta blanca, luego se asomó en el espejo viendo su rostro con una expresión pensativa.
Miedo... duda... inseguridad...
A veces sentía que nunca sería capaz de hacer o decir muchas cosas que realmente pensaba, que nunca sería capaz de ser Freddy, un chico que a veces se hartaba de ser un "Good boy", que quiere decir "palabras altisonantes" sin que lleguen y le digan "No me lo esperaba de ti", que si se mete en una pelea no le salgan con: "Yo pensé que tu eras el tranquilo". A veces quería ser más como Bonnie, despreocupado, sin vergüenza y seguro.
Decepción... odio... rechazo...
Sin duda, también tenía miedo de espantarlo, de alejarlo, de que lo aborreciera, no podría vivir con el repudió de la persona que quería. Sentía que nunca estaría a su alcance y sinceramente, no quería atar al chico a una persona que no se sabía valorar a sí mismo.
Valorar... quererse... aceptarse...
Sus ojos comenzaron a ponerse rojos por culpa de las lágrimas. Todo era culpa de aquel chico de hebras morados, era por él que consideraba esta idea: Abrir el espejo-armario, buscar las tijeras y tomarlas entre sus temblorosas manos. Miró el filo con duda, mordiendo su labio inferior indeciso, un mal corte podría ser fatal, más siempre quiso hacer eso. En cuanto Fred se dio cuenta de lo que hacía, ya había sido muy tarde como para detenerlo, se tuvo que resignar a ver con dolor aquella escena que protagonizaba el castaño.
ESTÁS LEYENDO
Inesperadamente extraño (Freddy x Bonnie)
FanfictionA veces la ayuda viene de los lugares más inesperadamente extraños. Al inicio solamente quería hacerle un favor a un "amigo" enseñándole sus conocimientos con la guitarra, pero conforme fue pasando el tiempo y gracias a su inesperada ayuda, su relac...