67

1.2K 158 267
                                    

—¡Ya estoy hasta la puta madre! —exclamó Foxy arrojando su triángulo al rubio para que dejase de cantar, aquello solo provocó que el menor cayera al piso adolorido, sosteniéndose el rostro.

—Bastardo —gruñó sintiendo una fuerte punzada en el puente de la nariz. Chica volteó molesta donde el pelirrojo, estaba a punto de reclamarle, sin embargo se detuvo antes de comenzar con el griterío, simplemente suspiró con cansancio antes de acercarse a Golden y ayudarle a reincorporarse, este respondió sonriendo agradecido, para luego mirar al pelirrojo con molestia—. Pelotudo.

—Tú lo serás.

—¿Tú mamá te intentó abortar?

—¿Te caíste de la cuna?

—Lo dice el que reprobó ética teniendo al maestro más barco de los barcos.

—Yo al menos no lloro sólo por una arañita, ni me mandan a la v.

—¡Pero si te mandaron también a la V... y la misma "Chica"! —reclamó, mirándole con el ceño fruncido, en realidad fue por ella que su enemistad comenzó.

—Sí, pero a mí me mandó con más cariño —respondió llevando una mano a su pecho, como una "delicada rosa".

—¡Ja! Sueñas —masculló de mala gana, cruzando sus brazos y mirándole como si del peor virus se tratase.

—¿Podrían dejar de hablar de mi como si no estuviera? —suplicó la teñida con desdén, Freddy y Bonnie admiraban la pelea, mientras devoraban una bolsa de papas—. Mejor vamos a comer, ¿lo olvidan? Hoy es martes de...

—¡Pudín! —exclamó el pelirrojo corriendo a la cafetería, no sin antes pasar a empujar al rubio, quien tropezó con el soporte de su micrófono, cayendo encima de los instrumentos.

—¡Oh dios! —chilló Bonnie entregando su bolsa al castaño—. ¿¡Estas bien!? —preguntó corriendo donde el rubio, quien respondió con un aturdido "Creo que sí", sosteniendo su cabeza, algo mareado—. ¡No te pregunté a ti, sino a Bonnie Jr! —le gritó abrazando a su instrumento, sus ojos se cristalizaron al ver una de las cuerdas rotas—. ¡Estúpida, mi guitarra imbécil!

—Estúpida, su guitarra —se burló el moreno, ofreciendo una mano a Golden para que se incorporara, por segunda vez en el día, este aceptó mientras observaba al de cabellera morada con indignación. Chica sólo les miraba con una cara de: "Porque me junto con estos tarados... a cierto, que yo también estoy bien pendeja".

. . .

Ya los cinco se encontraban en la cafetería almorzando, se podía sentir un cierto aire de tensión por parte de Golden y Foxy, quienes se dirigían miradas mortales sin dejar de comer, ni siquiera parpadeaban los malditos. El ambiente era claramente incómodo, en especial para la fémina.

—¿Y... qué tal el trabajo? —preguntó Chica tratando de aliviar el ambiente.

—Eres un idiota —gruñó el pelirrojo.

—Y tú me enfermas —replicó el rubio.

—Ah, qué alegría —musitó la joven desviando la mirada a su emparedado de atún.

Nuevamente se instaló un tenso silencio entre los presentes, mientras los otros dos susurraban entre ellos y soltaban pequeñas risas divertidas.

—¿Alguien quiere papas? —preguntó Bonnie extendiendo la bolsa.

—Espero que te pudras —masculló el de ojos claros.

—¡Espero que te salgan canas prematuras! —gritó el titán apuntándole, Golden se cubrió la cabeza con sus manos mientras gemía indignado.

—¡Retractate! —exclamó mirándolo con odio, ganando una victoriosa sonrisa de Foxy. ¡No se iba a quedar así! Se levantó de su lugar, tomando la mayor cantidad de pudines que en sus brazos cupieran y luego echó a correr con ellos, siendo seguido por un molesto pelirrojo, que se subió a la mesa, caminando encima de ella y pisando la comida de sus acompañantes.

—Puta madre —bufó el castaño dejando de lado la cuchara con la que se comía su puré de papas. Prefirió observar la estúpida persecución entre sus dos amigos. Golden huía por toda la cafetería esquivando a quien se le cruzara en el camino, como a los chinitos, a los toys, a los profesores, entre otros. Sin embargo, terminó tropezando torpemente con el pie de Onnie, quien estaba despanzurrado cómodamente en su asiento.

—¡No! —exclamaron los dos al ver los pudines salir volando fuera de las manos del rubio, quien trató de tomarlos en vano. No sirvió de nada, pues estos cayeron encima de una joven pelirroja, que gritó sorprendida cuando sintió aquel pegajoso postre ensuciarla por completo. Sus compañeros de banca le miraban en shock, en general, toda la cafetería estaba sorprendida por lo ocurrido, especialmente Golden, quien estaba tirado en el piso, observando incrédulo y poco después culpable, más que nada cuando notó que los ojos de la joven se llenaban de lágrimas y varios presentes estallaron en carcajadas.

Sin embargo, la joven no estaba afectada por eso, o porque su cabello y ropa estaban llenos de pudín, todos estos eran detalles menores, aunque sentía gran vergüenza por ello.

—Estúpida, mi manga, idiota —chilló viendo el objeto mencionado en sus manos, el cual estaba tan sucio como ella, como no, si le cayeron siete envases encima—. Tuve que esperar medio año para que finalmente me llegara y no iba ni a la mitad. —Se lamentó tratando de limpiarlo en vano, de todos modos ya era imposible ver las letras e ilustraciones. Finalmente se rindió, sabiendo que de nada serviría, soltó una especie de gruñido antes de pararse para sacudirse los restos de comida.

—Como lo siento, no fue mi intención, discúlpame —balbuceaba el rubio levantándose y acercándose a ella, tomando algunas servilletas para ayudarla a limpiarse, la joven le miró con los ojos entrecerrados antes de soltar un suspiro rendido.

—Ya no importa, igual sólo es un trozo de papel —musitó tomando sus cosas y el "cómic", según Golden, pasando a botar el último a la basura. El rubio vio por donde se fue sintiendo remordimiento, poco después regresó a su lugar junto a sus amigos, tirándose en la silla y dejando caer su cabeza en la mesa.

—V... vamos, no te sientas tan mal, sólo fue un accidente —musitó la rubia— ¿o no chi...? ¡Freddy, Bonnie! —regañó la joven al ver que estaban grabando con sus celulares.

—En dado caso también culpemos a Onnie —mencionó el de ojos rojos—. Fue por su pie que te caíste y le arruinaste la ropa, peinado y manga a Abby, que por eso ahora seguramente te tenga en su lista de "Gente a la que no quiero cerca de mí y mis cosas" —mencionó con una sonrisa dulce, que consiguió la desaprobación de los otros tres. Golden permaneció desanimado, hasta que de repente una idea vino a su mente. Bonnie buscó rápidamente en su celular una imagen de un foco para ponerla al lado de la cabeza de su cantante.

Inesperadamente extraño (Freddy x Bonnie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora