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Ya habían pasado dos semanas y por suerte, y alivio de sus más allegados, Freddy volvía a ser el mismo: amable, optimista y cariñoso con todos, volvió a tener el mismo entusiasmo de siempre y se veía más tranquilo que antes.

No podemos decir que su relación con Fred se haya vuelto algo más dulce y cariñoso, seguían discutiendo por estupideces, pero ya no llevaban una relación tóxica, era más una costumbre de pelear por tonterías.

Aunque... no era del todo el mismo, ahora tenía una actitud más relajada y tranquila, ya no se preocupaba tanto por lo que Fred pudiera hacer o lo que otros pudieran decir de él, aparte de que se notaba más seguro de sí mismo. Aquello confortaba mucho a sus amigos, que estaban felices por tener al Freddy optimista, pero les gustaba el pequeño cambio que tuvo.

Pero si era sincero, todo se lo debe a una persona, que le ha enseñado a valorarse: "Gracias por estar ahí para mí y apoyarme en mis momentos difíciles", pensó mirando al pequeño guitarrista, que molestaba a Foxy con el hecho de que debía practicar más con el triángulo.

. . .

—¿Fiesta? —cuestionó el castaño observando a su rubia amiga, los cinco animatronicos, seis si contamos a Fred, se encontraban en el salón donde suelen ensayar.

—No es como tal una fiesta, pero el evento es para antes y después de la pasarela mientras esperan o para celebrar después de los resultados —explicó la joven emocionada, después de un incidente ocurrido hace algunos meses, que tiene que ver con una mancha de vino en su vestido, por fin se había decidido en regresar al mundo de la moda—. ¿Entonces irán? No se sientan presionados ni nada, yo entiendo si tienen algo más que hacer —avisó de antemano, poniendo una expresión nerviosa.

—Pues... —balbuceó Freddy, hace poco falleció su abuela y aunque no era como antes, su familia seguía de luto, además de que no se sentía con muchos ánimos de asistir a una fiesta, evento, lo que sea, la simple idea le quitó el buen humor. 

Bonnie notó como repentinamente el estado de su amigo decayó—. Claro que vamos —respondió tomando el brazo del castaño, quien parpadeó desorientado—. Será una buena oportunidad de despejarnos —dijo lo último con una sonrisa sugerente.

—Bonnie —murmuró, pero su insistente expresión le avisó que no tenía de otra—. Puede que tengas razón —concordó al final, resignado—. Es verdad que necesito despejarme un rato... Sólo espero que no sea tan tarde, mi madre se preocupara.

—Mi mamá nos recogerá, además de que la pasarela es a las siete —aclaró inmediatamente.

—Está bien... ahí estaré —prometió.

—Yo también, no estará mal, comida gratis —comentó el pelirrojo, sacando una risa a los demás.

—Trataré de asistir, pero no puedo prometer nada —añadió Golden, recibiendo un asentimiento.

Otro suspiro salió de los labios del castaño, no tenía ganas de ir, pero si necesitaba despejarse. Bueno, estaría con los chicos, puede ser divertido.

No puedo quedarme estancado, el tiempo no se detiene, es cuestión tuya si puedes seguirle los pasos.

Inesperadamente extraño (Freddy x Bonnie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora