—¡Freddy, despierta! —llamó la madre del castaño—. ¡Ya me voy, Chica te está esperando! —avisó, obteniendo como respuesta un pequeño gruñido de su hijo, quien se removía entre las sábanas, sin ninguna intención de levantarse.
—¿No puedo faltar hoy? —preguntó al aire, su cama era muy suave y cómoda como para abandonarla.
—No, pendejo, mañana es el festival. Te recuerdo que me mandaste a la mierda para "descansar", así que solo nos queda hoy para terminar de hacer todo —explicó a gritos la femenina, quien había abierto la puerta de una patada, observando a su amigo con una enorme sonrisa plasmada en su rostro.
—Chica, no rompas mi puerta —reclamó con pereza, escondiendo su cabeza debajo de la almohada.
—Bah, Golden te puede pagar otras cien. Levántate, mijo, que todavía tienes que desayunar, es la comida más importante del día —anunció yendo hacia la ventana y quitando las cortinas, dejando pasar la luz del sol, Freddy comenzó a sisear como si fuese un gato–. Qué raro, es muy temprano para que esté tan claro —musitó mirando la hora en el celular del chico, pues estaba en el escritorio.
—Te odio.
—Yo también te quiero, apúrate, en cinco te quiero abajo —ordenó, dejando un beso en su frente, para después alejarse dando saltitos y tarareando alegremente.
—Sí, se nota que ya se fue Andrés —balbuceó, sentándose en la cama mientras tallaba sus ojos, volteó hacia su costado, notando que en la silla frente a su escritorio estaba su uniforme ya listo y planchado, y sus zapatos perfectamente boleados—. No sé si es peor estando enojada o así de animada.
. . .
—¿Y esa bolsa? —indagó una vez estuvieron fuera de la casa, el castaño tanteaba en sus bolsillos para asegurarse que no se olvidó de las llaves, de su cartera o de su celular.
Efectivamente, la joven llevaba en sus manos dos bolsas, una llevaba sus útiles de siempre, la otra era una deportiva; ella la observó unos momentos antes de volver a centrar su atención en su acompañante—. Son los vestuarios, al menos los del Golden, Fox y el tuyo. El mío lo dejé en casa y el de Bonnie aún le quedan un par de detalles.
—Con razón —balbuceó—. Si quieres yo lo llevo.
—No, no, no, tampoco es que pese, es sólo ropa —respondió alejando un poco el bolso del chico, quien arqueó una ceja antes de que ágilmente le quitara aquel objeto—. ¡Ey!
—Venga, enana, no hay que llegar tarde —le dijo con un tono burlón, provocando en la joven un pequeño puchero.
—¡No soy enana, enano Loon! —reclamó cruzándose de brazos, para diversión del chico.
—Touche, pero para nosotros tú eres nuestra enana —mencionó, pellizcando una de sus mejillas, para molestar a la joven.
Siguieron con su trayecto con más tranquilidad, Chica intentaba, en vano, quitarle la bolsa, pero Freddy sólo la alzaba en alto para alejarla de ella. Malditos diez centímetros de diferencia.
—Oye. —Comenzó a decir el moreno después de un rato, llamando la atención de la joven, quien volvía a tratar de quitarle el bolso—. Estaba pensando... declararme a Bonnie después del festival. —Observó por el rabillo del ojo a su amiga, en espera a cualquier reacción, sorpresa o incredulidad, lo que sea.
Lo único que recibió fue una pequeña sonrisa reconfortante—. Te deseo suerte —respondió. Ya lo sospechaba, pero como no es un genio en esos temas, prefirió esperar a que alguno de ellos decidiera contarle algo.
Su sonrisa fue correspondida por el castaño, puede que sólo sean cuatro palabras, pero aquellas le ayudaban a sentirse más seguro y evitaba que toda la valentía acumulada en esas semanas se fuera por el caño.
—Gracias —contestó regresando su vista al frente—. Pero no te voy a dar el bolso.
—Ta' madre.
. . .
—Ahora me cambias por la teñida —reclamó Bonnie cuando los vio entrar a los dos entre risas.
—Pues claro, bebé, te dije que mis encantos femeninos se ganarían su corazón —contestó la joven volviendo a imitar un tono fresa, entrelazando uno de sus brazos en el del castaño.
—What!? ¡Pero sí Golden es más femenino que tú! —expresó Foxy apuntando al mencionado.
—¡Eso no es verdad! —se quejó el aludido.
—Se te despintó una uña —avisó Bonnie, provocando que el menor chillara espantado, comenzando a revisar sus uñas perfectamente pintadas de mostaza, efectivamente, una de ellas tenía un hueco sin nada encima. Rebuscó en sus bolsillos hasta dar con su esmalte, no dudó en comenzar a arreglar aquella zona bajo la mirada de sus compañeros, quienes sólo murmuraron un: Exagerado.
—En fin, es nuestro último día ensayando, mejor empecemos —mencionó el castaño acercándose a una silla para colocar el estuche de su guitarra y poder sacarla, el resto asintió, comenzando a preparar sus instrumentos.
Ya estamos cerca.
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Muy bien, quiero aprovechar esta espacio para quejarme. Como ya me tienen un poco harta con todo el tema de los "Shadows" y tomando en cuenta un comentario en twitter, lo más probable es que si Edd00 vuelve cannon a "Gold" y "Jay/Nicca/Me vale madres su nombre", yo dejo de ver la serie. Seguiría en el fandom, aunque el 80% de sus tripulantes me cagen, el otro 20% (De los que la mayor parte son ustedes) son las cosas más hermosas y adorables que conoceré en mi asquerosa existencia, además, mis proyectos pendientes no me dejarían irme hasta que estén concluidos. En fin, ¿ a quien le importa de igual forma?
Ya había hablado del tema con Fred, con su mamá, con Golden, con Foxy y ahora solo faltaba Chica, quienes son a los que considera importantes y cercanos, si mal no me equivoco el próximo capitulo es más relleno innecesario y de poca relevancia y al siguiente ya empieza las mierdas del festival. Dadme un suspiro inspiración.
PD. Si no fuera por el Frennie hermoso lindo <3, seguramente mi OTP suprema hubiese sido el Freddica, pero siempre tiene un lugar muy alto en mi corazón.
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Inesperadamente extraño (Freddy x Bonnie)
FanfictionA veces la ayuda viene de los lugares más inesperadamente extraños. Al inicio solamente quería hacerle un favor a un "amigo" enseñándole sus conocimientos con la guitarra, pero conforme fue pasando el tiempo y gracias a su inesperada ayuda, su relac...