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Había transcurrido una semana desde su fin de semana en el campamento Amadeus para las bandas que se presentaban en el evento de primavera, una excursión que nunca dejó en claro su propósito, pero siendo honestos, nadie esperaba algo productivo viniendo de esa escuela. A decir verdad, la relación entre Freddy y la música había sido un poco tensa en esos últimos días, había prometido a Fred mayor libertad para el control del cuerpo y este no lo estaba desaprovechando, dándole poco tiempo para practicar la parte acústica.

A qué bendita hora se le ocurrió tomar la guitarra.

En esos momento se encontraba con su banda ensayando la siguiente parte de la canción y se notaban sus claras dificultades para seguirles el paso, en la parte final es cuando se hizo más notoria su desarmonía.

— ¿Te encuentras bien? —cuestionó la única mujer del grupo arqueando una ceja, el chico asintió rápidamente.

—Perdón, últimamente no he practicado y he estado un poco distraído —admitió avergonzado, odiaba ser el centro de atención cuando se trataba de los regaños.

Los demás compartieron una mirada y se encogieron de hombros restándole importancia por el momento, no es que la primavera este a la vuelta de la esquina y tampoco estaban TAN mal para ser un grupo de novatos.

Su turno para usar la sala ya estaba finalizando, así que todos se dispusieron a guardar los instrumentos y devolverlos al almacén, excepto Bonnie, que era el único dueño de su propia guitarra. La sala se empezó a vaciar, siendo Golden el primero en irse, seguido de Foxy y luego Chica, los únicos que quedaron eran Bonnie y Freddy.

—Quiero creer que has estado ocupado y por eso no te has dado a la tarea de practicar —habló con una sonrisa divertida, acomodando la diadema que hace poco había empezado a usar.

—Algo así, también me siento perdido en algunas partes. —Empezó a decir mientras avanzaban a la salida—. A decir verdad y a pesar de que decidí tocar la guitarra, no tengo mucha habilidad —explicó tratando de sonar tranquilo. El rostro de su acompañante adquirió una expresión pensativa para después transformarla en una cara entusiasta; se puso delante de su compañero, deteniendo su camino—. ¿Qué pasa? —inquirió.

—¡Yo te enseñaré! —exclamó con emoción, para sorpresa del otro.

—¿Disculpa?

—No soy el guitarrista número uno, pero si quiero reclamar ese puesto necesito practicar más y tener una banda muy preparada. Mataré dos pájaras de un tiro —Freddy parpadeó confundido, sin entender del todo lo que intentaba decirle el más bajo—. Te daré algunas lecciones —resumió.

Cuando se trataba de la música, y en especial de las guitarras, tenías su total atención.

Una sonrisa tímida se posó en el rostro del castaño—. Es muy amable de tu parte, pero no quiero causarte molestias —respondió algo intimidado.

—No es ninguna molestia, estaría encantado de enseñarte. —Sin pensarlo mucho, tomó las manos del castaño entre las suyas—. Por favor, déjame ayudarte.

Sorpresa, sin duda esa era la palabra que describe la expresión de Freddy. Después de considerarlo, le sonrío asintiendo, sacando una exclamación animada de su compañero. Se despidieron estando ya fuera de la escuela, pronto empezarían las "clases" entre esos dos.

—¿Uh? ¿De que me perdí? —susurró Fred, quien estaba descansando en la mente del castaño.

Inesperadamente extraño (Freddy x Bonnie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora