Inesperadamente extraño (Freddy x Bonnie)

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Esta hermosa mañana de sábado, en noviembre, cuando el clima comenzaba a refrescar y, por ende, todo estaba nublado, Freddy yacía sentado en una banca en el parque, esperando a Bonnie para ayudarlo a hacer sus compras. Aún no entiende cómo es que aceptó acompañarlo. Miraba su teléfono tratando de distraerse con algo.

Una pequeña sonrisa se formó en su rostro cuando sintió unas manos cubriendo su rostro.

—¿Quién soy? —dijo alguien con voz grave.

El castaño pareció pensarlo y, mientras ponía una sonrisa traviesa, respondió—: Seguramente es mi mejor amigo Golden —dijo con un tono divertido.

—¡What! —exclamó esa persona quitando sus manos y colocándose frente a él—. Primero me roba mi puesto como maestro y ahora como amigo. ¡Así no se puede! —reclamó cruzándose de brazos.

—¿Perdón? ¿Te recuerdo? —carraspeó su garganta para después fingir una voz chillona—. "Desde ahora mi mejor amigo va a ser Fox, tú estás muerto para mi". —El mayor bufó apartando la mirada, sacándole una risa picarona al castaño—. ¡Oh, vamos! No te enojes, sabes que eres el único —le dijo burlón, obteniendo un resoplido como respuesta—. ¡Venga! ¡Dame un abrazo! —exclamó acercándose.

—¡No quiero! —gruñó Bonnie poniendo una voz infantil y tratando de evitar que el otro le abrace; eso hasta que una anciana llegó, extrañada.

—¿Qué pasa aquí? —preguntó, ambos se quedaron quietos mirándola con neutralidad.

—Estamos teniendo un momento no gay íntimo —respondió el moreno, la mujer solo entrecerró los ojos y siguió con su camino.

—¿Por qué siempre terminamos en situaciones comprometedoras? —Se cuestionó Bonnie.

—No lo sé, bro, disculpa. —Ambos se separaron encogiéndose de hombros, para después dirigirse al centro comercial.