23

1.7K 200 67
                                    

—Hola ­—saludó Chica llegando al salón, inmediatamente Bonnie y Freddy respondieron—. ¿De qué hicieron su trabajo para Orientación? —preguntó curiosa.

Como proyecto final de trimestre, el profesor les había dejado el proyecto: "Mi primera vez..." en la que debían redactar una anécdota de ellos haciendo o viviendo algo por, valga la redundancia, primera vez.

—Yo escribí la primera vez que comencé a tocar guitarra —contestó Bonnie sacando su trabajo de su mochila.

—Que genial, ¿puedo leerlo? —Al tener una afirmación, tomó el trabajo del chico para comenzar a ojearlo—. Yo escribí sobre la primera vez que confeccione un vestido para una fiesta, todo un desastre ­—contó con tono agraciado, sacando una risa al de ojos sangre.

—Me imagino —bromeó.

—¿Y tú Freddy? —Ambos giraron sus cabezas al mismo tiempo para prestarle atención, el chico estaba en shock—. No me digas...

—E... en mi defensa, hemos tenido mucha tarea esta semana —balbuceó comenzando a sudar frío.

—¡Freddy! ¡Ya es el tercer trabajo que no entregas! —gritó la rubia, Freddy simplemente sonreía con pena, escuchando el regaño sin decir nada. Bonnie le miró preocupado, también había reprobado uno de los exámenes de geografía.

Chica no estaba al tanto de la situación del castaño, por lo que no sabía que la razón por la cual no hacía trabajos o estudiaba, era porque se la pasaba deprimido en su casa. Era correcto que lo regañara en cierto sentido, pues Freddy no limpiaba la casa o trabajaba, sólo hacía sus tareas de siempre que son lavar su ropa y levantar su cuarto, a veces cocinaba para que su madre ya no se preocupara, pero sinceramente, eso no era excusa válida para no hacer sus deberes escolares.

—¿Hoy es el día de gritarle a Freddy? —Los tres voltearon a ver a Foxy, quien recién llegaba—. ¡Yo también me quiero unir!

El mencionado rió ante sus palabras, Chica se limitó a suspirar—. Lo estaba regañando porque se olvidó del trabajo de orientación —explicó al más alto, que se quedó petrificado al recordar el proyecto que hace una semana les dejaron.

Toda la atención que recibió el castaño pasó a ser del pelirrojo, quien retrocedió hasta ver el camino libre y echarse a correr, lejos de la bajita, quien comenzó a perseguirlo.

Bonnie se acercó a la puerta, atendiendo la persecución del par en los pasillos, llevó sus manos a su boca para hacer como si tuviera un megáfono—. ¡Esto se va descontrolar!

—¡Auida! —gritaba Foxy huyendo de una chica treinta centímetros más baja que él.

La lógica.

Freddy se carcajeó ante la escena montada por sus amigos, pero después regresó su atención a su cuaderno. ¿Saben qué? ¡A la mierda! No entraría. Tomó sus cosas y se dirigió a la puerta, bajó la mirada desconcertada de Bonnie, que sólo lo vio irse en dirección a la biblioteca.

Inesperadamente extraño (Freddy x Bonnie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora