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La joven funtime se encontraba sentada en una de las bancas de su salón con un aura deprimida a su alrededor, el hecho de que todos sus compañeros ahora la llamen la "Chica Pudín" no ayudaba a que se pasara el mal trago que vivió el día anterior por culpa del "Cabello antigravedad".

—Disculpe, ¿la señorita Abby es de este salón? —Al escuchar su nombre alzó la vista, notando al culpable de su desdicha, parado en el marco de la puerta de su salón junto a uno de sus genéricos compañeros, mirando dentro de la sala con curiosidad. Finalmente los ojos claros del chico se toparon con los verdes brillantes de ella, quien le observaba dudosa, levantándose de su lugar y caminando donde él.

—¿Hola? —saludó extrañada, una sonrisa entusiasta asomó en el rostro del chico frente a ella, este rebuscó en una mochila que antes había pedido prestada a su prima. Abby simplemente se limitaba a verle con extrañes, hasta que lo vio sacar una bolsa de plástico color negra, la cual le entregó—. ¿Y esto?

—Es para ti —respondió el chico sin borrar su sonrisa—. En disculpa por lo ocurrido ayer —le dijo mientras le guiñaba un ojo, la menor compuso una mueca de asombro antes de mirar dentro de la bolsa, abriendo los ojos de golpe—. Em... ¿pasa algo? —preguntó al verla sacar uno de los "comics".

—A... a...

. . .

—Ya es la última —musitó un joven de cabello morado con las puntas verdes, quien estaba haciendo la torre Eiffel de naipes, una actividad que le mandó a hacer el psicólogo escolar para ayudarlo con su problema de ira. Un aturdidor grito, que provocó un temblor, fue lo que le tiró todo su trabajo. Él simplemente bufó antes de romper la carta que le faltaba por colocar.

. . .

Golden trataba de apoyarse en una pared algo aturdido por el fuerte grito que pegó su compañera, quien ahora chillaba como la fangirl que era, dando vueltas en su propio eje mientras gritaba: "¡No me lo puedo creer! ¡Todos los tomos de Yaoi on water!", y abrazaba los mangas, por fin Bonnie le servía de algo. Aquello le sacó una sonrisa tierna al rubio, que se borró al ver como la chica se detenía de golpe, poniendo una mueca angustiada

—Este... aprecio mucho el detalle, pero...

—Ocurre algo, ¿es porque están al revés? —preguntó preocupado, sabía que era raro, hasta los diálogos estaban mal acomodados.

—¿Qué...? ¡No! ¡No es eso! Digamos que lo que para nosotros es la "última página", para ellos es la "primera" —explicó abriendo desde el comienzo, el rubio le escuchaba atento— y se lee de derecha a izquierda —apuntó mostrándole el orden de los diálogos.

—¿Entonces no está mal?

—No, no está mal —le respondió sonriendo divertida, nuevamente puso su rostro preocupado—, pero no puedo aceptarlo, es muy aprovechado de mi parte. —Golden simplemente sonrió al entender a qué iba.

—No te preocupes, es lo mínimo que puedo hacer luego de aquella humillación de ayer.

—Aun así...

—Además... ¡Soy rico! —exclamó metiendo sus manos en sus bolsillos y luego lanzando monedas al aire, las cuales los alumnos presentes recogían como si se tratara de un bolo—. Fue la inversión más barata que he hecho, en realidad.

—¿No te molesta gastar tu dinero en alimentar mi sed de lesbianas? —explicó mostrando una escena de dos chicas en una pose muy comprometedora.

—Para nada, hasta podría invertir la mitad de mis ganancias en darle a chicas como tú sus historias de homosexuales —mencionó sonriendo tranquilo.

Inesperadamente extraño (Freddy x Bonnie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora