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—¿Por qué? —Se quejó Freddy, abrazándose a la pierna de su mamá.

—Porque dediqué dieciséis años de mi vida en cuidarte y atenderte, olvidando mis intereses personales, ¡incluso te pago tus medicamentos! ¡Me lo merezco y lo sabes! —respondió la mayor caminando en dirección a la salida.

—¿Pero qué haré todo el día sin ti? ¡Tú sabes que mi vida social es equivalente a tu juventud! —Se lamentó.

La mayor le miró de forma fría, en ese momento el castaño se dio cuenta de que la cagó, por lo que se incorporó de un salto—. Tienes razón, ve con Doña Mago a que te haga ese hermoso cambio de look que tanto quieres, es más... —Sacó su billetera y le dio un poco de sus ahorros de esa semana—. Cómprate un batido o un helado, te lo mereces mami.

—Ay, muchas gracias mi niño —respondió tomando el dinero con gusto—. No tardaré mucho, te lo prometo —le dijo antes de besar su frente.

¿Menos de cuatro horas? Lo dudo —comentó Fred mirando aburrido a la mayor.

—Dejé algo de sopa en el refrigerador, sólo calientala en el horno —avisó, después de eso tomó sus llaves y bolsa, donde llevaba celular y cartera, para salir en dirección a la estética.

El chico se quedó ahí, parado, sin hacer nada. Después de unos segundos hizo un puchero, alejándose hasta la sala y tirándose en el sillón con expresión aburrida. Era domingo, ese día no tenía ensayo, sus tareas estaban terminadas y se supone que ese era el día de ver películas.

—¿¡Por qué!? —gritó alzando sus manos al cielo—. ¿¡Por qué dependo tanto de mi madre!? ¿¡Por qué no tengo vida social!? ¿¡Por qué Bonnie ensaya los domingos con su maestro!?

¿Y si nos vamos de putas? —preguntó el shadow mirando indiferente al castaño, quien pareció considerarlo.

—¿Dónde la china?

—Donde la china.

Inesperadamente extraño (Freddy x Bonnie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora