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Freddy golpeó con impotencia la pared de su cuarto, después apoyó su cabeza en esta; por su parte, Fred le observaba en silencio, con expresión ida y a la vez preocupada. Esos días se estaban turnando entre su madre y sus tías para que cuidaran medio día a su abuela, él quiso ayudar, pero al ser menor de edad le negaron acceso al hospital. No se caracterizaba por ser alguien impulsivo, pero si no fuese por su madre se la hubiese mentado a los de seguridad.

Se sentía inútil.

Se escuchó el timbre sonar y Fred se asomó por la ventana—. Llegó Bonnie —comunicó.

El chico levantó la mirada, dirigiéndose con pasos pesados al piso de abajo, podía escuchar a su madre hablar con el recién llegado, y al estar al pie de las escaleras suspiró antes de sonreír "animado" y acercarse.

—Pensé que llegarías más tarde —comentó llegando a su lado.

—Pues te equivocaste —respondió sin quitarle los ojos de encima. No era el más intuitivo, pero con todo ese tiempo conviviendo con Freddy, podía ver fácilmente que estaba tratando de parecer tranquilo.

—Los dejo, ya son cuarto para las nueve, debo ir a cambiar a tu tía —avisó la mayor tomando sus cosas, antes de irse le dio un beso en la frente a ambos—. Nos vemos, dejé frijoles en el refrigerador. —Una vez dicho esto, salió con prisa de la casa para tomar el autobús.

Bonnie regresó su atención a su amigo, que se encaminaba a la sala.

—¿Entonces ensayamos?

—¡Ensayemos! —exclamó Freddy corriendo hacia las escaleras para ir por su notas, Fred se quedó en la sala ya que no quería moverse hasta la habitación y regresar, y Bonnie se acomodó en el sofá para después suspirar.

—¿Por qué no quieres mostrar cómo te sientes? —preguntó al aire.

Me pregunto lo mismo —pensó el shadow.

Inesperadamente extraño (Freddy x Bonnie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora