Inesperadamente extraño (Freddy x Bonnie)

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Los profesores tienen dos caras, una de ellas puede ser la de unos grandísimos hijos de puta, en especial si hablamos de los parciales; pero existen ocasiones, por muy escasas que sean, en las que son dignos y merecedores de un altar, este era el día. La mayoría de ellos suspendieron sus clases para que los alumnos pudieran celebrar su dichoso festival, es por eso que los pasillos estaban infestados de estudiantes que ensayaban sus números o aprovechaban la oportunidad para vaguear.

—¡Chica! —llamó Freddy, la joven de terminaciones naranjas giró su cabeza para observar al castaño, que se dirigía corriendo donde ella, éste se detuvo a sólo unos pasos suyos—. Qué bueno que te encuentro... oh. —Se interrumpió así mismo cuando notó que, junto a su amiga, se encontraban las gemelas y la joven rubia de los Toys, Joy, si mal no recordaba—. Buenos días.

—Buenos días, osito —respondieron las tres, el mayor sonrió con confusión.

—¿Qué pasa? —indagó Chica.

—¿Van al taller de costura?

—Sí, me falta un detallito para el traje de Bonnie. No es por presumir... —Hizo una breve pausa antes de encogerse de hombros—. Bueno sí, ¡quedó increíble!, tanto que hasta te volveras gay por... oh... olvídalo, no aplica.

—¡C... cállate! —Le gritó avergonzado, las tres presentes y Fred soltaron una, para nada disimulada, risa.

. . .

—¿Dónde están Chica y Freddy? —preguntó Golden, extrañado de que aún no llegaran, él, Foxy y Bonnie se encontraban en el auditorio, los dos primeros con sus trajes en mano.

—Creo que Chica iba a ver lo del traje de Bonnie, del Freddo no sé —respondió el pelirrojo algo aburrido.

—Dudo que tarden —musitó Bonnie, chismeando a los demás participantes, un poco más alejados se encontraban los Toy's en una especie de discusión.

—¿¡Donde diablos se ha metido Joy!? —demandó saber la albina al punto de un ataque, Bon se hallaba algo intimidado y Toddy irritada—. Mierda, no falta nada para que empiece y por si no lo recuerdan, ¡somos el primer equipo!

—¿Podrías callarte, maldita sea? —pidió la morena, ella estaba terminando de arreglar sus uñas, la actitud tan amargada y quejumbrosa de la albina le resultaba tan molesta, aparte de que al gritar agudizaba la voz de tal forma que le lastimaba los tímpanos—. Seguro no ha de tardar, ya debe estar en camino.

—Me sacan canas verdes —gruñó.

—Tranquila, creo que estás exagerando —opinó Bon al notar que su amiga se pellizcaba la garganta, no entendía porque, pero era una especie de tic que tenía cuando estaba estresada. El frío ojo ámbar de la joven se fijaron en él.

Cagandola como solo Bon sabe hacer. Nunca le digas a una mujer que se tranquilice, de ley.

—¿Exagerar? ¿Estoy exagerando? —preguntó mientras formaba una torcida sonrisa—. ¿En serio, Bon? Digo, tú deberías saber mejor que nadie porque quiero ganar este puto festival de mierda y aún así nos atrasaste en los ensayos sólo por tus estupidos: "¿Es amor o amistad?", "mi mi mi mi mi mi". ¡Eres un imbécil! Luego no me vengas llorando cuando te manden a la friendzone, cabrón —reclamó mientras lo tomaba del cuello de la camisa y lo empezaba a zangolotear.

—Esa es mi vieja, cabrones —clamó Eak con orgullo, Cami y Town le codearon.

—Bueno, es que yo... —balbuceó jugueteando con sus dedos.

—¡"Es que yo" nada! ¡Tú eres la principal razón de que esté tan amargada! —Volteó a ver alrededor, la atención de todos estaban en ellos, digo, no todos los días ves a una enana de metro sesenta tratar como trapo viejo a un tipo de metro setenta y dos—. ¡Sí, gente, estoy tan pinche amargada porque mi chingado equipo no se toma las cosas en serio! ¡Porque estuve soportando por dos semanas a "Cuernito tía Rosa" y "Rapunzel con retraso mental" diciendo puras pendejadas! Aparte, cuando necesitaba de mis "amigos", estos no me daban ni la puta hora. Mierda, no les estaba pidiendo gran cosa, sólo contar con ustedes cuando más los necesitaba.