Especial 6

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Como era habitual, el castaño se encontraba de muy mal humor; no sólo su alarma no sonó, el gas se terminó y no pudo ni desayunar, tampoco había logrado alcanzar el autobús, por eso debía ir caminando a la escuela con ese horrible clima de invierno que tanto odiaba.

—¡¿Quieres callarte?! —le gritó a su shadow, el cual revoloteaba a su lado hostigando con su excesiva preocupación—. Si cerraras tu bocota me harías mucho —gruñó. Un suave "Vale" de su parte fue suficiente, pudo notar de reojo como bajaba la cabeza. Suspiró de alivio cuando sintió la paz y el silencio, pero su tranquilidad no duró mucho.

Un escandaloso chillido, acompañado de algunas risas, llamaron su atención, reconocería esa irritante voz donde fuese. Soltó un pequeño grito mientras jalaba sus cabellos exasperado, asustando a Fred, que se exaltó y miró cómo se dirigía a un callejón. Al entrar se toparon con la conocida escena de un chico de cabellos morados a punto de ser golpeado por unos tipos, este se cubría a sí mismo gritando: "¡En la cara no!"

¡Ustedes! —Todos se congelaron al escucharlo, lentamente dirigieron su vista al moreno, el cual tronaba sus nudillos, se notaba más enojado que de costumbre, hasta el punto que su ojo izquierdo presentaba un tic—. Como le pongan una mano encima les juro que sus bolas las escupirán.

—Freddy... —murmuraron tanto Fred como Bonnie, gratamente sorprendidos por el hecho de que saltó a defender a su compañero y... ¿amigo?

—No aceptaré que el maricón este me esté llorando por su "perfecto" rostro, ganas de soportarlo me faltan hoy.

Oh... —balbuceó el ente con decepción.

—Muy bonito para ser verdad —susurró el de ojos violetas con desilusión.

—No, si nosotros ya nos íbamos —respondió uno de ellos, sus compañeros asintieron nerviosos. El castaño hizo un ademán con la cabeza y ellos echaron a correr, pasando a su lado.

—Gracias por cooperar —bufó centrando su atención en el joven, que aún se hallaba en el piso—. Ya levántate, llorón, tenemos que ir a clases y ya perdimos los primeros quince minutos.

El chico se levantó mientras se sacudía la ropa, manteniendo el ceño fruncido—. ¡Pudiste ser más amable! —reclamó.

—Te defendí de esos idiotas, ya he sido muy amable —gruñó, su contrario sólo chasqueó la lengua. Bonnie no entendía cómo alguien tan irritante, bruto y gruñón como Freddy podía gustarle a alguien tan increíble, talentoso y apuesto como él, era tan ilógico—. Por cierto, ¿qué hiciste para que se molestaran?

—¿Disculpa? —preguntó claramente ofendido—. ¡No hice nada malo! Ellos son unos salvajes —insultó.

—Como tú digas —murmuró, llevando sus manos a los bolsillos de su pantalón, restándole importancia al asunto para enojo de su acompañante, quien anhelaba en su mente un poco más de atención por parte del castaño y que no fuera para hacerle algún reclamo—. Y ya vas a empezar —musitó cuando el más bajo sacó de su bolso un espejo, comenzando a verse y arreglarse.

Sí, puto, trato de verme decente frente a mi crush, ¿no te jode? —Eso era lo que deseaba decirle, pero se tuvo que callar mordiendo su labio inferior, en verdad que nunca se imaginó suspirando como colegiala por nadie, o sea, tenía que ser al revés—. Por culpa de esos simios se arruinó mi cabello. —Se lamentó, sacándole un suspiro de frustración al castaño.

—Creo que empiezo a sentir empatía por los tipos —masculló.

—Eres cruel —declaró con fastidio.

—Me alegra.

—¿Alegrarte? ¿Tú? ¿El rey de la menopausia? —ironizó, consiguiendo que Freddy detuviera su andar, tronando sus nudillos—. ¡No entiendo para que me ayudaste si tú mismo eres un peligro para mi persona! —chilló, mientras se cubría con sus brazos. Sintió como lo tomaban del cuello de la camisa, obligándolo a pararse de puntitas y quedando cara a cara con el otro.

Cerró sus ojos, esperando por la paliza que creía iba a recibir, sin embargo—: Que quede claro, YO soy el único que tiene el derecho a romperte la cara —aclaró con frialdad, sorprendiendo a Bonnie.

Fred observaba sin comentar nada, mirando fijamente al de piel blanca, quien aún veía al castaño con asombro y un pequeño rubor en sus mejillas, Freddy jamás admitiría que apreciaba y se preocupaba por Bonnie, porque claro...

Eres un menopáusico gruñón...

¿Dijiste algo?

¡N... nada! —exclamó nervioso. 

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*AU 2p, uff, los Freddy y Bonnie de esta versión me encantan, Fred me causa ternura, me encanta verlo sufrir <3

Me gusta ver a Bonnie enamorado~


Inesperadamente extraño (Freddy x Bonnie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora