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~Δολορ, νεξεσιτο μáσ~

Casi termina, ¿por qué no le dejas ir?
No temas, no será la única vez que morirás.
Tu mecanismo hizo clic, cuando tus huesos rompí,
tendré mi oportunidad y no te dejaré ir.

Ellas no se cortaban a la hora de expresarse, una canción oscura, vestidas con ropas negras y sonrisas maquiavélicas, sólo Puppet y Mai, señores. Había una mezcla entre miedo y éxtasis entre los espectadores, maravillados por las sensaciones que esas gemelas les proporcionaban.

Ojalá mueras quemado,
directo a tu corazón, recibirás un disparo,
ojalá te vayas al lugar que hayas deseado.

Mai usaba un vestido negro con algunos detalles blancos, junto a una chaqueta de cuero y botas largas. La ropa de Puppet era similar, sólo que su conjunto era una camisa y pantalón. Lo llamativo eran sus caras maquilladas de blanco, con líneas bajo sus ojos color violeta, y sus labios y mejillas pintados de un rojo oscuro.

¡Ojalá mueras quemado!

Los eufóricos aplausos del público, los ánimos elevados, las jóvenes retirándose del escenario, no sin antes dar una reverencia. La primera que las recibió fue Chica, quien les abrazó entusiasta, seguida por el resto de los animatronics.

—Como diría Félix, eso estuvo ¡Fabulous! —exclamó la rubia.

—Gracias, linda —respondió Puppet mostrando una sonrisa orgullosa.

—Me gusto la parte en la que Mai te carga —mencionó Bonnie, sacándole una risa a la mencionada.

—Lo estuvimos ensayando toda la semana —comentó, mirando a su gemela con diversión—. Por eso llegó el lunes con el rostro morado.

—Sí... podías ahorrarte esa información —murmuró la tomboy rendida, los demás luchaban por no dejar escapar una risa.

. . .

Tantos años, llenos de oscuros recuerdos,
tantos miedos, hemos vencido.
El dolor te hace actuar como nunca
habrías pensado.
¿Esto es real o un déjá vu?

Si hablamos de Bonbon, siempre te imaginas a una persona llena de ánimos y entusiasmo, vivaracha como ella sola; sin embargo, en esta ocasión era distinto, cantaba con una voz tranquila y un tanto melancólica. Usaba un vestido blanco, el cual le llegaba a las rodillas, también portaba unas sandalias del mismo color y su cabello se encontraba suelto.

Pequeños niños simple y normal,
hasta que se fue la luz y nada fue igual.
Solos, con miedo por tanto tiempo,
preguntándose: ¿Qué mal hicimos?

A pesar de su miedo inicial, Loon logró pararse frente a todos y cantar, recibiendo en todo momento el apoyo de su amiga. Él vestía una camiseta azul clara y un pantalón blanco, su flequillo era sostenido por dos pasadores del mismo color, dejando ver aquellos bonitos ojos bicolor.

Todos estaban en silencio, disfrutando de la canción, el ambiente era pacífico, las personas estaban conmocionadas, algunas llegaban a soltar lágrimas.

Entre los concursantes se encontraba Bonnie, quien no pudo evitar soltar un suspiro exasperado al identificar la letra con viejos pensamientos que tuvo, momento de su infancia donde era maltratado y apartado.

...Todo el dolor... atrás quedó....

Se exaltó cuando sintió que lo tomaban de la mano, miró de reojo al castaño, quien admiraba enternecido el show. Las manos de ambos estaban entrelazadas.

Pero esos gritos... ¡Permanecerán!

No estaba seguro el porqué de aquello, es como si, sin saberlo, Freddy lo estuviera consolando. ¿Cómo podría? Sabe que ni bien regrese a casa todo será igual de infeliz que siempre, a menos que milagrosamente William recapacitara.

Inesperadamente extraño (Freddy x Bonnie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora