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Tanto Bonnie como Freddy se encontraban en la enfermería, siendo atendidos por Chica y Golden, se supone que iban a tener un ensayo antes de entrar a clases, pero sus planes se fueron por el caño. El par era regañado por los rubios, en especial por la femenina, y preferían mantener sus bocas cerradas.

—Fue muy imprudente de su parte. —Siguió diciendo Golden, él estaba más tranquilo en comparación de su compañera.

—Ellos nos buscaron, no me iba a quedar de brazos cruzados viendo como nos roban nuestro dinero, que consigan empleo y dejen de molestar a otros —objetó Freddy con ligera indignación, ahora te retaban por defenderte, ¿qué seguía?, ¿te arrestarán por pegarle a un ladrón? Espera...

—Antes te hubiese dicho que se los dijeras en la cara, pero ahora me doy cuenta que si eres capaz —bromeó el pelirrojo mientras colocaba una sonrisa torcida, la cual se borró cuando sintió la mirada asesina de la rubia en él—. P... pero eso no está bien, la violencia nunca es la solución.

—Claro —replicó con burla.

Cuando finalmente terminaron de colocarles algunas benditas y parches, los cuatro se dirigieron a su salón y Golden a su casa. Ya estaban cada uno en sus lugares, sólo se dedicaron a esperar al maestro, aún si todo se había calmado, Freddy parecía seguir de mal humor, el simple recuerdo de esos tres le ponía de malas.

Bonnie solamente se le acercó, hincado frente a él—. ¿Estás molesto?

—¿Tu qué crees? —preguntó irónico, provocando una risa en su contrario, que le abrazó por los hombros.

—¿Qué tal ahora? —indagó con una boba sonrisa.

—No empieces con tus homosexualidades —reclamó empujándolo con la mano, a pesar de eso Bonnie seguía insistiendo en abrazarlo, haciendo que empezaran con un forcejeo extraño y, aunque no lo parecía, eso estaba comenzando a animar a Freddy, que empezaba a formar una ligera sonrisa.

Al final terminó cediendo a los caprichos del más bajo, refunfuñando un poco—. Por cierto, ¿qué es eso de "Al fin das la cara"? —cuestionó mirando al de diadema, que sólo desvió la cara comenzando a silbar—. Bonnie, no me obligues... —murmuró alzando sus manos.

—Digamos que hipotéticamente ellos me interceptaron en la entrada el viernes cuando tu no estabas —respondió sin mirarlo, un pequeño tic apareció en uno de los ojos azules, quien se acercó y le dio un coscorrón—. Ouch.

—¡Esa fue la última vez que te dejas de esos idiotas! De hoy en adelante te acompañaré también a la hora de entrada, ¡más te vale estar en el parque antes de venir a la escuela!

—Pero...

—¡Nada de peros!—interrumpió, avanzando al escritorio para darle al maestro su justificante. Bonnie rió algo nervioso, pero enternecido por su preocupación, más en esos momentos que debía tener mil cosas en la cabeza.

—Llevo semanas diciéndote que te defiendas y no me haces caso, viene Freddy y haces todo lo que dice —comentó Foxy burlón, mientras le codeaba.

—En mi defensa, él me está obligando... pero siendo honestos, tampoco tenía muchos motivos. —Comenzó a decir apartándolo—. No quiero que se meta en problemas, menos por mí.

Inesperadamente extraño (Freddy x Bonnie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora