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Peinado, diadema, mangas largas, mochila y guitarra, Bonnie estaba listo para enfrentar su primer día, después de dos semanas de vacaciones por invierno, con una sonrisa; una la cual se borró al recordar que Freddy le dijo que no podría acompañarlo en el camino, desde año nuevo no hablaban, seguramente seguía "enojado".

Quizás...

Rápidamente abandonó aquella casa en la cual "vivía" para ir directo a la escuela, lento y sin prisas, disfrutando del bello paisaje que le ofrecía su barrio, silbando alegremente con su humor imperturbable. Llego al colegio media hora antes de lo acordado, pese a que en su primera hora no tenían ninguna clase, los chicos querían aprovechar y ensayar. Se dispuso a sentarse cerca de la entrada, sacando su celular y audífonos para oír música en lo que esperaba. Minutos después llegaron Chica y Golden.

—Wou —murmuró mirando a la femenina con sus puntas teñidas de naranja—. Ya no podré decirte plátano —mencionó con cierta decepción, ganando una sarcástica risa de la joven y una divertida del cantante—. ¿Y ese milagro? —preguntó quitándose los auriculares.

—Me aburrí del color verde —explicó encogiéndose de hombros desinteresadamente.

—Te queda bien —respondió alzando un pulgar—. Ahora serás la mango.

—¡Discrepo! —exclamó cierto pelirrojo llegando donde el grupo—. Mi bro y yo le decimos así a la cascarrabias de Mangle, búsquense otro apodo.

—¿En serio? —preguntó Chica extrañada, ganando un asentimiento orgulloso del titán.

—A mi lo que me sorprende es que tenga conocimiento de la palabra "Discrepo" —comentó Golden con un aire pensativo.

—A mí lo que me sorprende es que con tanto fijador no se te hayan quemado las neuronas —gruñó.

—Disculpa, yo no tengo la culpa de que a ti sin necesidad del fijador si se te hayan quemado —replicó, provocando que ambos comenzaran una guerra de miradas.

—Oigan, como que nos falta alguien —balbuceó Chica buscando rastros de su amigo castaño.

—¿En serio? ¿De quién hablas? —cuestionó Bonnie con fingida sorpresa—. Pensé que ya estábamos todos.

—No, pero en serio, ¿dónde está el pelos de escoba? —dudó Foxy buscando en los alrededores al moreno.

—¿Qué no es ese que viene ahí? —señaló Golden apuntando a un chico moreno, de ojos azules cielo y cabello castaño, corto y alborotado. En cuanto llegó donde ellos comenzó a tomar aire, pues había venido corriendo pensando que era muy tarde.

—¿Freddy? ¿Qué le pasó a tu pelo? —preguntó la única femenina con cierto asombro, acercándose y tomando entre sus dedos un mechón del chico.

—Eso —rió nervioso—, desde hace tiempo tenía la idea, siempre quise tener el pelo corto pero por alguien no podía. —Lo último dejó extrañados a los chicos, en especial cuando observo a la nada con una sonrisa tensa—. ¿Pasa algo? —preguntó algo incómodo por sus insistentes miradas, casi traspasaban su alma.

—Pasa que estás muy guapo —respondió Bonnie con un tono coqueto mientras tomaba una de sus manos.

...

—¿Qué...? —balbuceó desubicado, provocando una risa en el más bajo.

—Oh si, nene, ¿a qué hora pasas por el pan? —cuestionó Foxy poniendo un tono "seductor", tomándolo del mentón.

—Uff, por ti podría reconsiderar mi sexualidad —ronroneó el rubio, siguiendo el juego del otro par y agarrando su otra mano para besarla con galantería.

El castaño iba a reclamarles, sin embargo, el trío de idiotas comenzó a lanzarle besitos al aire.

—Ay Freddo, cásate conmigo —pidió el pelirrojo con una voz chillona.

—No, no, no, mejor conmigo —suplicó Bonnie abrazándolo por el cuello.

—Yo soy rico, conmigo no te faltará nada. —Les callo el rubio, ganando un jadeo indignado del par, que le miraban ofendidos mientras exclamaban un: "¡Lo estás comprando!"—. Pues obvio~.

—Chicos. —La voz llena de reproche de la teñida los sacó de su mundo, todos voltearon a verla, ella tenía una mano en su cintura y la ceja alzada—. ¿Son idiotas o qué? —preguntó, provocando que los tres bajaran la mirada—. O sea, es obvio que yo, una dama, les gano a todos —dijo con un fingido tono de fresa, rápidamente se abrazó al cuello a su amigo y comenzó a lanzar besos al aire.

Freddy inhaló una gran cantidad de aire para luego soltarlo, tratando de mantener su paciencia, pero las burlas de ese cuarteto no cesaban. Un mochilazo fue lo que detuvo a sus payasadas y, mientras estos se sostenían la cabeza adoloridos, el moreno se dirigió a la escuela, que ya estaba abierta.

—Apúrense que tenemos ensayo —ordenó, sin regresar la mirada en ningún momento, con sus mejillas rojas de la vergüenza.

—Sí, mamá —respondieron divertidos, caminando detrás de él entre pequeñas y poco disimuladas carcajadas.

~Extra~

—Entonces, ¿por qué dices que te teñiste el pelo? —indagó Bonnie mientras afinaba su guitarra.

—¿Es por alguna clase de moda? —cuestionó el pelirrojo, segundos después puso una mueca de preocupación—. No me digas que tú también te unirás a las únicas y detergentes. No, Chica, tú eres mejor que eso —le dijo mientras la tomaba de los hombros, la joven iba a replicar, pero esta vez fue interrumpida por Golden.

—¿O es alguna clase de problema de inseguridad? —sugirió Golden con temor—. Chica, hermosa, no es así, eres genial, no tienes porque darle importancia a que las otras chicas hablen mal de ti, ellas no te conocen como nosotros —chilló abrazándola de forma protectora, nuevamente la rubia hizo un ademán para hablar.

—O quizás... ¡Estás tratando de impresionar a alguien! —gritó Bonnie, ganando una expresión de horror en sus compañeros—. ¡No, Chica! No tienes que hacer esto para quedar bien ante nadie. Lo importante es que tú te sientas bien contigo misma —regañó zarandeando a la joven

—O puede ser que trate de ocultar algún trauma de la niñez —musitó el castaño con tono pensativo—. Quizá siempre quiso tener cabello bicolor por malas experiencias del pasado.

—¡No, Chica! Tu cabello es hermoso, nadie tendrá jamás ese amarillo patito que te hace única —le gritaron los cuatro de forma exagerada, recibiendo en respuesta un golpe por parte del libro de historia de la joven.

—No, bola de dramáticos —bufó con mientras se cruzaba de brazos, entrecerrando los ojos—. La verdad es que había un dos por uno para un cambio de look en la estética cerca de mi casa y mi mamá quería desde hace mucho hacerse la permanente, así que aprovechamos y mientras a ella le hacían sus rizos, yo pedí que me tiñeran las puntas —explicó poniendo los ojos en blanco. Los chicos simplemente soltaron un "Oh". Ella se golpeó la frente negando, sin duda eran unos idiotas.

Inesperadamente extraño (Freddy x Bonnie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora