Año nuevo... Freddy no entendía qué era lo emocionante de esta fecha o la exagerada esperanza de la gente, como si porque cambie el año todos los problemas van a terminar; pero no, no desaparecerán por obra de magia, tú debes tener aquella iniciativa para plantarles cara y resolverlos, pensó mientras su madre le entregaba su plato con doce uvas. Según la tradición debes tragarte rápido estas antes de que pase el primer minuto o las doce campanadas, nunca lo pudo lograr y eso le causaba gran frustración —pues no podía pedir su deseo—, su abuela siempre lo consolaba dándole, sin que los demás se dieran cuenta, unas galletas que después serían para el postre, digamos, un adelanto.
Sonrió melancólico ante el recuerdo.
5... 4...
Mientras que el resto de su familia miraba fijamente el reloj, él observaba aburrido por una de las ventanas, la verdad es que no estaba interesado en aquello.
—Ni siquiera soy fan de las uvas —pensó, riéndose de cómo sus primos ya empezaban a comérselas, risas en las que lo acompañaba su tía solterona.
3...
—¿Y qué pediría? No lo sé, no se me ocurre nada. —Comenzó a vacilar.
2...
—¿No valer pepino este año?
1...
—¿O tal vez...? —Volteó a ver a la ventana justo a tiempo, los coloridos y brillantes fuegos artificiales se alzaban en el cielo.
¡Feliz año nuevo!
Ni siquiera se dio cuenta en qué momento las doce uvas en su plato desaparecieron, seguía observando aquel show de luces con fascinación. Cerró sus ojos, susurrando suavemente: "Quiero aprender a ser valiente". Se exaltó cuando sintió unos brazos rodeándole y a su madre deseándole un feliz año, sonrió enternecido mientras correspondía con torpeza, aquello se repitió con el resto de los presentes, algunos sin muchas ganas, pero al final lo hizo.
. . .
Los ojos rojos veían el cielo iluminado por las flores de fuego de colores, sentado en el techo, mientras comía algunas gomitas de mora, escuchaba desde ese lugar a todo el mundo festejando y divirtiéndose con aquella celebración que le daba igual, no le interesaba en lo más mínimo. Buscó entre los bolsillos de su chamarra su celular, pues este estaba sonando.
—Feliz año, mi vida —exclamaron del otro lado de la línea, una sonrisa asomó en sus labios.
—Mi cielo —balbuceó enternecido—. ¿Qué tal estás? No esperaba que me llamaras —mencionó con sinceridad, pensaba que iba a estar muy ocupado con su familia como para atenderlo.
—Eso... la verdad es que no me interesa formar parte de todo esto, menos cuando la perra de mi "tía" sólo busca excusas para estar jodiendo.
—Oh, dios mío, Freddy insultando a alguien, eso es nuevo —musitó con sorpresa, aquel comentario provocó cierta vergüenza e indignación en el moreno—. Pidan un deseo, yo quiero un unicornio —anunció con burla, sacando una especie de muñeca mal hecha, la cual empezó a pinchar con una ramita.
—M... mejor cierra la boca —gruñó avergonzado, provocando una risa en el mayor—, no me molesté en gastar datos en esta llamada sólo para oír que se burlen de mí, ¿sabes qué? Chao, me voy con Teddy, él si me respeta.
—¡No me cuelgues! ¡Me estoy muriendo del aburrimiento! —suplicó dejando caer la muñeca, que cayó del techo hasta el piso, pero fue tarde, ahora lo único que se escuchaba era un pitido—. ¿Freddy?... ¿Mi amor?...
------------------
Lo que amo de este shipps es que pueden ser OTP, BROTP y Bromance al mismo tiempo.
ESTÁS LEYENDO
Inesperadamente extraño (Freddy x Bonnie)
FanfictionA veces la ayuda viene de los lugares más inesperadamente extraños. Al inicio solamente quería hacerle un favor a un "amigo" enseñándole sus conocimientos con la guitarra, pero conforme fue pasando el tiempo y gracias a su inesperada ayuda, su relac...