Era un día como cualquier otro y Bonnie estaba terminando de arreglarse para la escuela. Se miraba en el pequeño y agrietado espejo que había en el lugar, colocándose su confiable diadema con suma precisión, había llegado a considerar la idea de dejar de usarla, pero con tal de joderlo seguiría poniéndosela. Una vez dio por concluida su tarea, observó su celular, se supone que en una hora debería reunirse con Freddy en el parque, como ya era su costumbre. Se giró hacia su cama para tomar su mochila y salir de su cuarto.
Una digna pocilga, cuenta con una cama de colchón duro y sábanas viejas, que te cubren del frío como una chamarra de la lluvia; tenía una pequeña mesita de noche desgastada, encima de esta yacía una lámpara con el foco fundido; una cajonera donde guardaba su ropa y el espejo de cuerpo completo que se había mencionado con anterioridad. Suspiró resignado al pensar en lo miserable que era ese lugar, si Foxy tenía la casa del horror, él la recamara del llanto. Las paredes tenían un color gris tan deprimente que cualquiera se suicida ahí sin culpa.
Bajó las escaleras lentamente, tratando de no despertar a sus progenitores, pero la suerte no estaba de su lado en aquella ocasión, él ya estaba despierto.
—¿A dónde? —cuestionó aquel hombre de cabello morado y ojos rojos oscuros, de expresiones toscas y enfermizas.
—A la escuela, ¿dónde más? —musitó con prisa tratando de no prestarle atención.
Bonnie tiene una razón; una por la cual le gusta salir desde temprano de casa y llegar hasta tarde, llegando a dormir menos de las ocho horas mínimas y provocando que se duerma en clases; una por la que se la vive fuera de casa, tal vez practicando en el parque o haciendo tarea en la biblioteca; una la cual hace que no le emocione escuchar el timbre de la salida o que le resulte molesto ensayar hasta tarde; una por la que prefiere estar en casa de quien pueda, aún sabiendo que es un aprovechado.
Esa razón se le conoce comúnmente como: Padre.
—¿Tan temprano? —cuestionó con extrañeza, mientras le miraba con los ojos entrecerrados.
—¿Te importa acaso? —pensó, aquella expresión apacible que suele portar, ahora era una de seriedad e incluso frialdad—. Sí, tengo que hacer algo con mis compañeros.
—¿No crees que es una pérdida de tiempo? La escuela y todo eso, de que sirve en un país de mierda como este, igual terminas trabajando en cualquier idiotez por el salario mínimo —declaró con rencor y resentimiento en la voz.
—¿Lo dices por experiencia? —Tuvo que tragarse aquellas palabras que tanto quería soltar—. Aunque su idea suena muy tentadora, creo que prefiero terminar mis estudios.
—Jum, me pregunto de qué sirve. Igual terminaras siendo el gato de alguien, así es esto Theodoro.
Una especie de gruñido salió de los labios del menor, escuchar aquel nombre que tanto odiaba sólo lo ponía de mal humor—. Bonnie —corrigió con desagrado, jamás lo obligarían a usar aquel nombre que ese infeliz le puso.
—No solo pareces niña, también te nombras como una. Sólo te falta menstruar cada mes —respondió con asco, una sonrisa sarcástica se posó en los labios del menor.
—Oh, qué pena ¿no? Qué triste es no poder ser el gran "macho" como usted —dijo con tono irónico, aquello provocó que el mayor lo tomara del cuello de la camisa, con ojos intimidantes.
Hace algún tiempo, esos fríos ojos le causaban pavor y trataba de evitarlos a toda costa, en la actualidad, ni una banda de bravucones le provocaba una reacción. Tan acostumbrado estaba a lo mismo, una y otra vez, en un ciclo que parecía interminable, que terminó por parecerle aburrido y pasó a ser algo monótono, como si se tratase de algo normal.
—Aunque esto es lo normal en mi vida. —Aquel pensamiento invadió su mente, tratando de ignorar las amenazas. Fue casi un impulso, pero le había empujado tratando de soltarse, lo único que consiguió fue que el mayor le soltara un puñetazo directo a la mejilla, tirándolo al piso.
—Espero que esta sea la última vez que me levantas la mano. —Le amenazó, Bonnie simplemente pudo mirarle con odio.
—Que te jodan.
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... Entonces...
¿Qué tal año nuevo? :D
Tipa x: ¿Seguros que no quieren el clorox?
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Inesperadamente extraño (Freddy x Bonnie)
FanfictionA veces la ayuda viene de los lugares más inesperadamente extraños. Al inicio solamente quería hacerle un favor a un "amigo" enseñándole sus conocimientos con la guitarra, pero conforme fue pasando el tiempo y gracias a su inesperada ayuda, su relac...