78

1K 136 230
                                    

Una semana y ya pronto el famoso festival primaveral se celebrará, los nervios se pueden sentir en el ambiente y los temores los ves flotando en el aire, si se fijan bien, ahí va una gran nube que corresponde a los de Loon, ¡esta abarca casi toda la planta baja!

Sin embargo, otros alumnos tenían mejores cosas en que pensar, por ejemplo: Freddy, él estaba más ensimismado en su declaración, pensando cuidadosamente lo que diría y como lo haría, y aunque por fuera parezca tranquilo, por dentro está peor que el salón de clases después de un trabajo de recortes. Una parte de él estaba convencido de ir y decirle a Bonnie sus sentimientos, pues no quería tener ese tipo de secreto con él, dios, bendita sea la pizza que este es lento y más. Su otro yo le gritaba lo pésima que era la idea, llenándole de dudas fundamentadas y con cierto sentido: ¿Cuál sería su reacción? Esa era la principal angustia, podía ser una buena o una terrible. Odiaba esa parte suya tan cobarde, en el fondo sabía que en el peor de los casos se iba a la "zona del amigo" —para terror de Fred—.

Tan metido estaba en sus pensamientos, que no se dio cuenta cuando su ensayo terminó. No dudaba de que estuvieran más que listos, se esforzaron tanto, dando lo mejor de sí todos esos meses, remarcando sus errores y, obviamente, corrigiendolos. Incluso aceptó que Bonnie le diera "clases" de guitarra para ponerse al corriente. Eso último le trajo una sonrisa y un suspiro de enamorado, aunque esa faceta suya también le causara algo de vergüenza. En definitiva, este chico raro le hacía actuar como jamás pensó. Estaba seguro, nada podía salir mal.

Quizás.

Escuchó la puerta ser abierta, capturando su atención, al girarse para comprobar quien era, pudo distinguir la roja cabellera de Foxy asomarse en el salón, los ojos ámbar inspeccionaban la sala antes de toparse con él, al notar que la atención del titán era toda suya, le dedicó una pequeña sonrisa desinteresada.

—¿Aún por aquí? Pensé que ya te habías ido —mencionó, volviendo su atención a sus cosas, estaba terminando de guardar su instrumento, llegó a pensar que tal vez Chica lo mandó por él.

Claramente se equivocaba, lo supo cuando el pelirrojo se acercó de forma lenta, sin mencionar nada, como si de un depredador acechando a su presa se tratase. Tanto Freddy como Fred, quien hasta ahora estaba siendo la voz de valor en las vacilaciones de su compañero de cuerpo, se exaltaron al momento que Foxy chocó su puño con la pared tras ellos, dejándolos con la espalda contra la pared. Intimidar era poco, ambos se quedaron petrificados ante la profunda mirada del más alto.

—¿Fo... Foxy? —balbuceó con un tono demasiado agudo, sonriendo tenso mientras su frente sudaba a chorros. Sabía que el desgraciado era alto, pero esto era demasiado.

—Tú —murmuró sin dejar de verle con esa intensidad—. ¿Te gustan los hombres?

. . .

—Eh... yo —tartamudeó un poco, cada vez más asustado que antes—. Escucha, eres un buen tipo, un poco abusón a decir verdad, pero sólo te veo como un amigo, un compa —explicó, jugando con sus dedos de forma nerviosa.

—¿Qué...? ¡No! —exclamó con una mueca de asco—. No me refería a eso, ¿¡como sacaste esa maldita conclusión!?

El más bajo alzó una ceja apuntando al brazo con el que Foxy le acorralaba, este entendió la indirecta y se quitó, alejándose varios pasos del castaño.

—Gracias —respondió de forma lenta, tratando de ignorar el momento terriblemente homosexual que acaba de vivir—. Ahora sí, ¿a qué viene tu pregunta?

—Vamos al grano, ¿te gusta Bonnie?

Aquello ni siquiera pareció sorprender al castaño, hace tan un día que le confesó a Golden sus sentimientos, aparte de que comprendió de lo obvio que era; siempre estaba al lado de Bonnie, velando por su bienestar y cuidando que no sea herido física —sobretodo— o emocionalmente. Lo que no se esperaba es que fuese el chico del triángulo, el pasota bruto que sólo sabe pensar con el estómago y los puños, quien se atreviera a preguntárselo, lo esperaba más de Chica siendo sinceros.

—Si —respondió sin más, no dejó de ver al de ojos ámbar, sin mostrar signos de estar apenado, quizás el haber confesado antes le ha ayudado. También porque, no temía a que toda la escuela se enterara —bueno, quizás un poco—, su miedo era, sobre todo, que las cosas entre Bonnie y él cambiaran, no quería que todo se volviera incómodo entre ellos.

Foxy suspiró rendido, confundiendo un poco al castaño—. No esperaba que lo confesaras tan fácil, se fue a la mierda mi plan de convencimiento a base de sugerencias.

Freddy soltó una pequeña risa—. ¿Por qué lo preguntas? No pensé que eso te pudiera importar.

—Digamos que... hay algunas cosas que necesito saber y como ya sospechaba eso de ti, quería aprovechar.

—Ah~, así que solo me buscas cuando te conviene —bromeó, sacándole una pequeña sonrisa ladeada al pelirrojo—. Vale, pero... ¿qué te parece si vamos por algo? Tengo hambre.

—Tragón.

—A mucha honra, bebé.

--------------------------------

Me acabo de dar cuenta de que soy una hija de puta, no puedo creer lo fácil que es hacerme reír hasta con cosas que no deberían darme risa. Ay... nos vemos en el infiernos mis niños~


Inesperadamente extraño (Freddy x Bonnie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora