Diario de Sueños y Pesadillas

02/01/2021

I

Al comienzo de mi sueño yo me encontraba visitando un stand de la feria del libro donde vendían numerosas revistas y cómics usados: Al querer comprarme una de esas revistas, el vendedor reía y me explicaba que dicho objeto era en realidad una especie de modelo para armar, y yo desistía de su compra, dedicándome a mirar algunas historietas viejas que yo deseaba comprar, pero el vendedor (Que en ese momento pasaba de ser un hombre joven a una mujer de mediana edad) me explicaba que las historietas ya habían sido vendidas y estaban separadas para otro comprador.

Aun así, la vendedora me permitía hojearlas, y mientras me detenía a leer una tira cómica de finos trazos, el sueño cambiaba completamente.

II

Lima se iba llenando de un sinfín de edificios, todos ellos simétricamente iguales, cuyas armazones parecían erigirse de la nada uno tras otro, quedando culminados en menos de un parpadeo.

Era de noche, y ni una sola alma podía verse habitando aquellos edificios, con la sola excepción de una hermosa mujer rubia, vestida con una bata de dormir, quien al sentirse atrapada dentro de dichas construcciones intentaba pegar un grito que quedaba ahogado y enmudecido, sin producir ninguna clase de ruido.

Esta escena tenía lugar durante la noche, pero luego esa misma mujer rubia despertaba en la habitación de un apartamento con la llegada del amanecer, y al levantarse de la cama, ella se convertía repentinamente en una niña de edad escolar, a quien sus amigas iban a visitar poco después.

Mientras conversaban, una de las niñas notaba la repentina aparición de unas prendas de vestir viejas que aparecían de la nada en uno de los rincones de la habitación: Examinada más de cerca, podía uno darse cuenta de que esa era la misma bata de dormir usada por la mujer rubia durante su pesadilla, pero que ahora lucía tan espantosamente gastada que inclusive su color había cambiado por completo, despidiendo un olor nauseabundo, como si estas hubiesen caído dentro de una alcantarilla.