Diario de Sueños y Pesadillas

20/02/2021

Tuve un sueño dentro de otro sueño: Me encontraba viviendo en una casa muy bonita y luminosa, la cual tenía sin embargo un cuarto grisáceo, semejante a un depósito de basura el cual mostraba en cambio una iluminación un tanto más débil, como si allí tuviese lugar de forma permanente un día nublado en el cual no llegaba la luz presente en el resto de la casa.

Allí, reclinada sobre un muro, se encontraba un enorme catre de dos plazas con un amplio colchón sobre el cual se encontraban dos gruesas almohadas blancas: No sé si era por advertencia o por alguna clase de presentimiento inconsciente, pero yo tenía dentro de mí la convicción de que no debía echarme sobre ese colchón.

Armado con una tijera, yo cortaba por la mitad las almohadas, pero al hacerlo me quedaba dormido en el colchón.

Al despertarme, todavía dentro del sueño, y todavía dentro de aquella luminosa casa, yo estaba seguro de que el haber cortado por la mitad las almohadas solamente había sido parte de una ensoñación, razón por la cual yo buscaba un lápiz y papel para incluirlo en mi diario de sueños y pesadillas antes de que los detalles se esfumasen de mi mente.

En casa, se hallaban reunidos algunos de mis compañeros de la secundaria, quienes veían televisión: Ellos observaba el término de una serie televisiva, pero se disgustaban en cuanto la música de los créditos de cierre era remplazada por una tonada monótona y un tanto desagradable, la cual no parecía concordar con lo que era mostrado en pantalla.

En cuanto llegaba el momento en que se mostraba un avance del próximo episodio, el audio de la televisión no parecía concordar con las imágenes: Cuando un personaje hablaba de su boca salía más bien la música de fondo, mientras la frase que le habría correspondido decir se escuchaba momentos después.

En un momento dado, la imagen se quedaba estática, justo cuando se hacía un acercamiento al ojo de un personaje en la pantalla.