08/02/2021

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Yo era un niño otra vez, y me encontraba viviendo en un edificio muy semejante a mi actual residencia.

Mi vecina era una niña un poco mayor de yo, apenas una adolescente, cuyos cabellos sin embargo eran grises como los de una anciana: Algo semejante ocurría con su voz, que se oía como la de una mujer de avanzada edad, y yo estaba seguro de que esa muchacha era dueña de aquel edificio.

Ella me hablaba entonces de los fantasmas que habitaban en los pisos superiores, no sé si para advertirme sobre los mismos o para solicitarme que me deshiciera de ellos.

Sea como fuere, yo subía eventualmente hasta esos pisos embrujados, descubriendo a los mismos sumidos en casi total oscuridad, salvo por la luz roja de un fluorescente colocado sobre uno de los departamentos, otorgando el mismo un ambiente mucho más tétrico.

En seguida se manifestaba una extraña aparición ante mis ojos, la cual materializaba una serie de confusas escenas del pasado en las cuales se me revelaba que aquel mismo edificio había sido en otro tiempo un hotel donde habían acontecido numerosas infidelidades amorosas e inmoralidades semejantes: Siendo más pequeña, la chica de los cabellos grises había sido testigo de la infidelidad de alguien muy querido para ella, y esta experiencia de alguna manera se había traducido en los "fantasmas" que moraban aquellos pisos: No eran espectros venidos del más allá, sino más bien una manifestación de sus pesadillas en el plano físico.

Era así como yo podía verla dormir dentro de su departamento, acaso soñando conmigo explorando las plantas superiores de aquel edificio, razón por la cual yo le solicitaba que despierte, terminando el sueño poco después.

Diario de Sueños y PesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora