Se presentaba en la entrada de mi casa una señora de mediana edad con el cabello teñido de una tonalidad rojiza, una de las secretarias que trabajan en el departamento convertido en oficina que se encuentra frente a nuestro domicilio: En un principio tanto la mujer como yo nos olvidábamos de traer puestas nuestras mascarillas en el rostro a fin de prevenir el contagio del coronavirus, un detalle en el que yo reparé con cierta alarma, pero luego tanto ella como yo nos poníamos a reír, excusándonos por unos instantes a fin de ir por nuestras respectivas mascarillas.
Momentos después, ya con nuestras mascarillas puestas, la secretaria me dijo con mucha seriedad que deseaba hablar con mi madre, quien se encontraba sentada en un sillón de la sala, indicándome por medio de señas que no le dijera que yo estaba en casa.
La secretaria me contaba sus intenciones de llevarse todas las imágenes religiosas existentes en el edificio, para lo cual ella aparecía repentinamente rodeada de diversas figuras religiosas, algunas de las cuales eran por demás inverosímiles, estando hechas de piedra o representando animales míticos.
Llamaba principalmente mi atención una escultura de la Virgen María, así como también una estatuilla de Buda de color verde claro, como si estuviese hecha de jade.
Esa noche yo me había quedado dormido escuchando mi MP3, así que apenas escuchaba lo que decía la secretaria, y este hecho parecía provocarle irritación, preguntándome malhumoradamente en un momento dado si estaba escuchándola.
Yo me excusaba con ella, tratando de apagar el MP3 que repentinamente estaba en mi mano.
Yo presionaba el botón de apagado, pero seguía escuchando la canción del MP3: Se trataba de Daniel Cowman de Regina Spektor. El aparato se apagaba, su diminuta pantalla me indicaba que ya estaba apagado, pero la música seguía escuchándose.
Al momento de despertar de mi sueño, descubrí que mis dedos solo apretaban el aire mientras creía apagar el aparato de MP3, el cual se encontraba a mi costado, apagándolo recién entonces en la vida real, después de lo cual me quedé dormido nuevamente.
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Diario de Sueños y Pesadillas
Non-FictionPues eso, un diario de las cosas que sueño últimamente.