15/08/2021

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Yo soñé que era un adolecente que estudiaba con otros chicos en una especie de academia que también cumplía con las funciones de barbería: Allí les cortábamos el cabello y afeitábamos las barbas a numerosos señores de aspecto un tanto excéntrico, casi andrógino.

La parte más extraña de este sueño fue cuando yo experimenté un falso despertar casi al término del mismo, encontrándome de vuelta en mi habitación, echado en mi cama, levantándome en seguida para anotar en un cuaderno los pormenores de mi visión onírica, indicando en mis anotaciones que ya con esta "eran cuatro noches seguidas en las que volvía a presentárseme otra vez aquel mismo sueño de la academia de barberos", convenciéndome a mí mismo que aquello no podía ser una coincidencia, sino más bien una señal del destino o bien de Dios mismo que no era correcto ignorar, debiendo considerar seriamente la posibilidad de escribir una historia fantasiosa acerca de una escuela para barberos.

Aquella parte de mi sueño me resultaba sumamente vivida, prácticamente indistinguible de la realidad. En mi mente, yo estaba completamente seguro de haber despertado en realidad.

Diario de Sueños y PesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora